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Relaciones Estados Unidos-China

China contraataca con más aranceles

Responde a EE UU con una tasa del 25% a 333 grupos de productos por un importe de 13.844 millones de euros. Pekín denuncia ante la OMC las trabas al comercio impuestas por Trump

Entre los productos penalizados por China se encuentran varios tipos de vehículos, carritos de golf y chatarra de cobre
Entre los productos penalizados por China se encuentran varios tipos de vehículos, carritos de golf y chatarra de cobrelarazon

Responde a EE UU con una tasa del 25% a 333 grupos de productos por un importe de 13.844 millones de euros. Pekín denuncia ante la OMC las trabas al comercio impuestas por Trump.

Estados Unidos y China han intensificado la guerra comercial con la aplicación el uno al otro de aranceles de un 25% a las importaciones por valor de 13.844 millones de euros. Es la segunda ronda de gravámenes adicionales impuesta tras los aranceles del 6 de julio.

Esta escalada de la tensión se produce justo en plenas negociaciones entre las dos superpotencias para calmar las aguas y poner fin a la guerra comercial entre ambas economías. Las últimas tasas del 25% se anunciaron ayer, cuando el viceministro de Comercio, Wang Shouwen, se encontraba en Washington para conversar con el subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, David Malpass.

Los nuevos aranceles de Washington abarcan 279 categorías de productos, incluidos semiconductores, plásticos, productos químicos y equipos ferroviarios. La lista de China, que entró en vigor un minuto después del inicio de los aranceles por parte de Estados Unidos, se ha destinado a productos agrícolas como la soja, una de las principales exportaciones estadounidenses a China. Sus nuevos aranceles cubren 333 categorías de productos, incluidos los combustibles de aviación y la chatarra de cobre, y se dirigen a varios tipos de vehículos, desde furgonetas hasta tractores y vehículos todoterreno, así como textiles, bicicletas, motores, carritos de golf y equipos hospitalarios.

La Casa Blanca afirma que China roba la propiedad intelectual de las empresas extranjeras o las obliga a abandonarla, y que los programas de subsidios industriales benefician injustamente a las empresas chinas.

Por su parte, el Ministerio de Comercio de China ha acusado a Estados Unidos de amenazar el libre comercio y ha anunciado que va a presentar una nueva queja en la Organización Mundial del Comercio, ya que ha asegurado que los últimos aranceles de EE UU van en contra de los principios de esta institución. «China no tiene otra alternativa que tomar contramedidas», dijo el Ministerio, «para salvaguardar el libre comercio y los sistemas multilaterales, y defender sus propios intereses legítimos».

Estos gravámenes impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se suman a otros que empezaron a aplicarse el pasado 6 de julio a importaciones chinas valoradas en 29.418 millones de euros, con lo que suman un paquete total de 43.262 millones. De momento, esta medida no ha conseguido el objetivo del presidente de EE UU de reducir el déficit comercial con China. Los observadores minimizan la posibilidad de un gran avance en las conversaciones entre Wang y Malpass, y se espera que las tensiones siga aumentando.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang, dijo que esperaba que Estados Unidos pudiera reunirse con China «a medio camino». Pero Washington parece mantenerse firme en su postura. El secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, aseguró el miércoles en la cadena estadounidense CNBC que China no será capaz de continuar con las represalias al mismo ritmo que EE UU y «naturalmente, responderán un poco. Pero al final del día, tenemos más balas que ellos. Ellos lo saben. Tenemos una economía mucho más fuerte que ellos, ellos también lo saben».

La semana pasada, el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, advirtió en la CNBC que «el Gobierno chino, en su totalidad, no debe subestimar la dureza y voluntad del presidente Trump de continuar esta batalla para eliminar los aranceles y las barreras y cuotas no arancelarias, detener el robo de la propiedad intelectual y detener la transferencia forzosa de tecnología». El actual conflicto comercial reducirá el crecimiento económico de China en 0,2 puntos porcentuales este año y 0,3 puntos porcentuales en 2019, según las estimaciones de los economistas.