Contratación rentable

- Los jóvenes deben ser contratados sólo si su rentabilidad supera el coste del contrato, teniendo en cuenta que parten de condiciones menos favorables que otros trabajadores con experiencia. Por eso es crucial el factor rentabilidad en su contratación. Cualquier diseño en las políticas para fomentar la empleabilidad de los jóvenes tiene que tener en cuenta ese criterio, para que no se quede en modificaciones meramente cosméticas.

- La introducción de los denominados «minijobs» o trabajos a tiempo parcial con ingresos reducidos podría resultar útil para dinamizar la economía. El inconveniente es que su aplicación tiene que estar concertada con la oposición y los sindicatos para evitar la contestación social que podría generar.

- La mayor complicación estriba en que como el salario mínimo interprofesional está en 645,3 euros al mes, un contrato de este tipo a tiempo parcial reduciría la retribución por debajo de los 400 euros, por lo que no resultaría rentable para aquellos jóvenes que perciben prestaciones por desempleo. La opción es que aquellos jóvenes subsidiados que se acojan a este nuevo modelo de contratación puedan recibir una parte proporcional de subsidio más el salario correspondiente de acuerdo a su jornada laboral. Esto resultaría, además, menos gravoso para el sistema y también mucho más útil para el trabajador y para las empresas.