Descienden los programas de expatriación

Históricamente los programas de expatriación consistían en trasladar a un trabajador a otro país.

La globalización ha traído grandes cambios a las economías, entre ellos uno de tendencia en torno a los programas de expatriación, que está provocando la desaparición de los conocidos como «Expats». Históricamente los programas de expatriación consistían en trasladar a un trabajador a otro país o ciudad con todas las necesidades cubiertas durante un periodo de tiempo y garantizando su vuelta. En los años previos a la crisis, estos programas se convirtieron en una práctica muy extendida en muchas multinacionales, ya que reportaba beneficios tanto a las compañías (talento, rotación y gestión) como a los profesionales más cualificados (remuneración y perspectivas de la carrera profesional). Sin embargo, la tendencia se está invirtiendo. «La aparición de empresas tecnológicas permite a los profesionales trasladarse a otro país sin las condiciones de expatriados, organizándose el tiempo de una manera más flexible y con las ventajas de no tener que cambiar su lugar de residencia. Influye que los empleados van a un mercado más global», explica Consuelo Castilla, presidenta de la compañía de recursos humanos y «headhunting», AdQualis. Por otro lado, «también han aumentado las inquietudes profesionales y los directivos se trasladan a otro lugar sin la condición de expatriado, una tendencia que se inició ya hace dos años», añade Castilla. Asimismo existe un mayor talento local, lo que permite a las compañías con necesidad de él en otros países poder contratar a profesionales autóctonos y no trasladar a los mejor formados de un país a otro.

Radiografía

Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que la emigración en España descendió en 2015 un 12,1%. De las 352.003 personas que se marcharon al extranjero, 98.934 (un 28,1%) del total eran españolas, el resto eran extranjeros. Los principales países receptores de emigrantes españoles fueron Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos y Ecuador. Por edades, la emigración de españoles se concentró en los grupos de entre 22 y 44 años. «Son perfiles de jóvenes sin hijos y de séniors que quieren acabar su carrera profesional en otro país», añade la presidenta de AdQualis. Por el contrario, la inmigración creció en 2015 un 12,5%. Del total de inmigrantes procedentes del extranjero, 52.227 personas (el 15,2% del total) tenían nacionalidad española.