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Derecho laboral

Una desempleada estalla con la situación laboral de España: "Estoy harta de que no pagar horas extra esté normalizado"

La susodicha enuncia uno de los derechos laborales más vulnerados de forma generalizada en las empresas españolas

Una trabajadora estalla con la situación laboral de España: "Estoy harta de que no pagar horas extra esté normalizado" La Razón

La precariedad laboral en España sigue siendo uno de los problemas más persistentes y visibles del mercado de trabajo. La temporalidad elevada, los contratos a tiempo parcial no deseados y los bajos salarios conforman un panorama que afecta especialmente a los jóvenes y a los sectores menos cualificados. Según los últimos datos oficiales, cerca de una cuarta parte de los contratos firmados son temporales, y muchos trabajadores enfrentan jornadas irregulares y falta de estabilidad, lo que dificulta la planificación personal y familiar. Esta realidad genera una sensación de inseguridad y vulnerabilidad que repercute directamente en la calidad de vida de millones de españoles.

Las sucesivas reformas laborales que se han aprobado en los últimos años buscan, en teoría, fomentar la creación de empleo y mejorar la competitividad empresarial. Sin embargo, muchas compañías aprovechan las lagunas y ambigüedades de la legislación para actuar al límite o incluso fuera del marco legal, con el fin de maximizar sus beneficios. Estas prácticas incluyen la subcontratación irregular, la externalización de funciones y la presión para aceptar condiciones laborales desfavorables. Estas maniobras no solo precarizan aún más el sector sino que también incentivan la economía sumergida, donde la ausencia de controles facilita la explotación laboral y la vulneración sistemática de derechos fundamentales.

Frente a esta realidad, respetar los derechos de los trabajadores resulta crucial para garantizar la justicia social y la estabilidad económica. El Estatuto de los Trabajadores establece un marco legal que protege desde las condiciones básicas de contratación hasta la regulación de despidos y sanciones disciplinarias. Incumplir estas normas no solo supone un perjuicio para los empleados sino que también puede acarrear multas y sanciones para las empresas infractoras. Por ello, resulta imprescindible que los organismos supervisores y los propios trabajadores conozcan y hagan valer estos derechos para evitar que la precariedad y la ilegalidad sigan enquistándose en el mercado laboral español.

Una joven denuncia la vulneración de este derecho

De esta manera, uno de los síntomas de precariedad laboral más implantados en nuestra sociedad es el impago de horas trabajadas fuera de horario. En este sentido, una joven llamada Raquel, y conocida como @byreichels, denunció la situación en redes sociales. "Me parece que hemos llegado a un punto en el que hacer tu jornada laboral no es lo normal", indica mostrando su descontento por la normalización de esta práctica. Además, según dio a conocer la susodicha, este requerimiento se específica desde la misma entrevista de trabajo, puesto que, en el momento preciso del vídeo, había asistido a unas cuantas recientemente. "Pregunto por el horario, una pregunta normal y corriente, y siempre el horario de entrada lo tienen muy claro, pero el horario de salida no", agrega.

De hecho, en ocasiones, los responsables le indicaban que podía llegar a ampliarse su horario en una hora y media si así lo requerían las decisiones de la rutina. "De 8:30 a 5:30, 6, incluso 7, somos una agencia y esto es lo que hay. Hay mucho trabajo", le explicaban los entrevistadores en la primera comparecencia que tuvieron. La explicación que propuso la joven fue clara y evidente: "si dices que hay muchísimo trabajo, quizás sea que te falta algún trabajador o no debas coger tantos clientes". Por ende, la masificación de trabajo en un grupo reducido de empleados no es la solución. "Yo soy la primera que si un día hay muchísimo trabajo, me quedo 4.000 horas más y las que haga falta, si de verdad es que hace falta hacer algo. Pero no entiendo, porque no puede haber un año normal que se respete", explica.

Trabajar para vivir y no vivir para trabajar

La joven destaca que "lo más valioso es nuestro tiempo, porque es lo único que no vuelve" y que, de esta manera, de ser un derecho inamovible que se respete y actúe por delante de los intereses de la empresa. Aunque, como ha indicado anteriormente, el trabajador puede llegar a estar dispuesto a sacrificarse momentáneamente si las condiciones lo demandan, pero que en ningún caso se convierta en algo rutinario. "Yo quiero una empresa en el que haya buen ambiente y se valore a las personas y se entienda que las personas tienen su vida y que yo trabajo para vivir. No trabajo para estar de 8:30 a 6:30 y me pagues encima como si fuera de 8:30 a 5:30", concluye.