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Bruselas

Draghi planea prestar 40.000 millones a las pymes europeas

El BCE estudia un plan para reactivar el crédito en los países del sur e impulsar así el crecimiento

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghilarazon

El Banco Central Europeo (BCE) elabora un plan de ayuda de hasta 40.000 millones de euros destinado a reactivar el crédito a las empresas medianas y pequeñas de los países del sur de Europa, según publicó ayer el dominical alemán «Frankfurter Allgemeine Zeitung» citando a fuentes de la entidad monetaria comunitaria. El organismo presidido por Mario Draghi trabaja en una serie de medidas inéditas con el objetivo de combatir el peligro de deflación e impulsar el crecimiento, especialmente en los países castigados por la crisis. Entre los instrumentos que analizan los banqueros europeos figuran una nueva rebaja de las tasas de interés, actualmente en el 0,25%, a poco más del 0%, y la imposición de un interés negativo a los bancos que depositen el dinero en el BCE en lugar de prestarlo a hogares y empresas, informa la agencia alemana DPA.

Por otra parte, altos miembros de la entidad apoyan la aplicación de un plan para otorgar dinero a largo plazo y bajo interés a los bancos a condición de que lo hagan llegar a la economía real en forma de créditos y no continúen adquiriendo títulos de deuda. Este programa de ayuda podría ascender hasta los 40.000 millones de euros y sería aplicado en una primera fase a escala reducida para comprobar sus efectos. Según informa el semanario «Der Spiegel», el programa de refinanciación de largo plazo se extendería por un máximo de cuatro años y todavía no hay consenso sobre si el interés debería ser variable o fijo.

Aunque los detalles están siendo muy discutidos, los directivos del BCE están mayormente de acuerdo en poner el plan en marcha, asegura el «Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung». La decisión se espera el jueves, cuando se reúna el Consejo de Gobierno. Miembros de la entidad insinuaron que la medida también es vista con buenos ojos por el presidente del Banco Central alemán, Jens Weidmann, uno de los principales críticos de la compra de bonos soberanos por parte del BCE.

Por su parte, Draghi recordó días atrás en la localidad portuguesa de Sintra que persiste aún grandes diferencias en la concesión de créditos a empresas en la eurozona. Mientras que en Alemania sólo un 1% de las compañías tienen problemas de financiación, en España son un 25%, y en Portugal ascienden a un tercio, afirma el dominical.

Asimismo, la Comisión Europea (CE) presentará hoy sus nuevas recomendaciones por países, en las que insistirá a España y a otros socios europeos para que sigan la senda reformista, haciendo hincapié en la necesidad de crear empleo y crecimiento, pero sin grandes novedades en su receta. «No hay que esperar muchas sorpresas, probablemente los Estados miembros saben bastante bien qué esperar» de las recomendaciones individualizadas elaboradas por el Ejecutivo comunitario sobre la base de sus predicciones macroeconómicas y los planes de reformas y de estabilidad de los países, indicaron fuentes comunitarias a Efe. Tampoco habrá grandes cambios respecto al enfoque aplicado por la CE en años previos, aunque ahora hay más margen para centrarse en la agenda de creación de empleo. Las recomendaciones serán más detalladas en los casos de los países que «tengan que tomar acciones políticas decisivas» y de aquellos que acaben de salir de un programa de asistencia financiera, como España, Irlanda y Portugal. Las políticas propuestas por la Comisión para estos países «son especialmente importantes, porque darán una orientación para los próximos años» y serán, por tanto, minuciosas, añadieron.

En el contexto de la tímida pero constante recuperación económica europea, la CE instará a los países a mantener el ritmo de consolidación y fomentar el crecimiento y el empleo, aunque no se espera un giro de timón en las recetas de Bruselas. Las recomendaciones se centrarán en pedir a los países que terminen de aplicar o afinen las reformas ya puestas en marcha, y harán hincapié en los ajustes fiscales para reducir o mantener el déficit por debajo del 3%.