Aeropuertos
El aumento de pasajeros deja sin argumentos a AENA para no bajar las tasas
La propuesta de la compañía para congelar estas tarifas los próximos cinco años se apoya en un incremento medio de pasajeros del 1,9%. Este año, la subida ya alcanza el 10,8%.
La propuesta de la compañía para congelar estas tarifas los próximos cinco años se apoya en un incremento medio de pasajeros del 1,9%. Este año, la subida ya alcanza el 10,8%.
AENA y las aerolíneas llevan meses enfrentados en una guerra fría a cuenta de las tasas que el gestor aeroportuario cobra por usar sus aeropuertos. La compañía que preside José Manuel Vargas ha propuesto en el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) 2017-2021, que regula sus condiciones económicas, una congelación de las mismas para el quinquenio, mientras que las aerolíneas solicitan una reducción anual de alrededor del 2%, una posición en la que cuentan con el apoyo de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) y de la patronal CEOE, que la semana pasada pidió su rebaja para impulsar el turismo.
El eje de la discusión y lo que marca las diferencias entre ambos bandos es la futura evolución de los pasajeros que usen la red de aeropuertos de AENA. La compañía calcula que, entre 2017 y 2021, el incremento anual medio será del 1,9%, por lo que bajar las tasas le acarrearía una pérdida de ingresos notable. De hecho, el gestor asegura que con su mera congelación, ya registrará un agujero tarifario de 710 millones de euros al reducirse sus ingresos por pasajero. Pero la evolución del tráfico tanto el año pasado como este no están del lado de los postulados de AENA. Para el año anterior, su previsión de aumento de pasajeros era del 3%. Al final, cerró el año con un aumento del 5,9%, hasta los 207 millones, su segunda mejor marca de siempre. Para este ejercicio, su previsión era que el número de viajeros se incrementase un 6,2%. Hasta septiembre, sin embargo, se ha disparado ya hasta el 10,8% y las reservas de «slots» –derechos de despegues y aterrizajes– para la temporada de invierno que acaba de empezar apuntan a que el año se cerrará con 230 millones de pasajeros, un 11,1% más que en 2015 [ver información adjunta].
Revisar las previsiones
Tanto la CNMC como las aerolíneas advirtieron hace meses de que las estimaciones del gestor eran «demasiado conservadoras» y que deberían revisarse. Este escenario de mayor crecimiento de pasajeros reduciría también de forma notable el déficit de tarifa de AENA que, según algunas estimaciones, podría reducirse a 360 millones en el periodo, ya que el mayor volumen compensaría la caída de los ingresos unitarios.
La otra pata en la que se sustenta la congelación de las tasas, el coste de capital –un parámetro que mide, en una sola cifra expresada en términos porcentuales, el costo de las diferentes fuentes de financiación que usará una empresa para financiar algún proyecto–, tampoco le cuadra ni al organismo que preside José María Marín Quemada ni a las aerolíneas. AENA lo ha establecido en el 8,4%. Sin embargo, Competencia lo ha rebajado al 6,26%. Con una rebaja acumulada en las tasas del 10% en los próximos cinco años, la CNMC asegura que AENA mantendrá la solvencia y tendrá la capacidad de pagar su deuda.
Los analistas también consideran que una rebaja de las tasas no comprometería la rentabilidad de AENA. UBS calcula que un recorte del 2,59% anual proporcionaría al gestor una rentabilidad sobre el flujo de caja libre del 8%. Goldman Sachs cree que la fuerte generación de caja de la compañía está garantizada a medio plazo por el bajo nivel de inversiones que requiere, así como por el mínimo garantizado que pagan los operadores del negocio comercial como resultado de la expansión de las aerolíneas de bajo coste.
Dependencia política
A pesar de los argumentos económicos, la política juega en contra de las pretensiones de las aerolíneas. El DORA debería haberse aprobado antes de octubre. Sin embargo, la situación de interinidad del Gobierno lo ha impedido. Aunque el organismo que tiene que darle luz verde es Aviación Civil, su dependencia de Fomento ha bloqueado la decisión al tratarse de un asunto demasiado relevante que excedía del despacho ordinario que podía afrontar hasta ahora un ministerio en funciones. Una vez que Mariano Rajoy designe ministro de Fomento mañana, será posible retomar la cuestión. Al ser el Estado dueño del 51% de AENA a través de Enaire, el sector teme que Fomento trate de proteger sus intereses y su dividendo y apruebe la propuesta de congelación.
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