Renfe

El AVE acaba con las principales rutas aéreas nacionales

Sólo el puente aéreo entre Madrid y Barcelona aguanta el tipo. Valencia y Málaga han perdido el 70% y el 80% de usuarios de avión, respectivamente

Cientos de pasajeros se agolpan en la estación de Sants de Barcelona
Cientos de pasajeros se agolpan en la estación de Sants de Barcelonalarazon

Sólo el puente aéreo entre Madrid y Barcelona aguanta el tipo. Valencia y Málaga han perdido el 70% y el 80% de usuarios de avión, respectivamente.

El AVE ha aniquilado casi por completo las principales rutas aéreas nacionales, a excepción de la que une Madrid y Barcelona. Los viajes desde la capital a Sevilla, Málaga, Valencia y Zaragoza se hacen de forma mayoritaria en tren, según los datos recopilados por el Anuario del Ferrocarril de 2016. En el caso de la capital aragonesa, las conexiones aéreas desaparecieron en 2011 para dejar vía libre al AVE, que en abril de 2016, último dato incluido en el informe, alcanzó los 1,32 millones de viajeros, lejos, sin embargo, de los 1,64 millones que registró a mediados de 2007, justo antes de la crisis.

Aunque todavía se puede viajar en avión a Sevilla, Málaga y Valencia, su uso es cada vez más residual. En el caso de la ciudad andaluza, alcanzó los 300.000 pasajeros en el citado mes, frente a los 2,5 millones del tren. En similares registros se mueve Valencia. A finales de 2010, justo antes de la inauguración de la línea de alta velocidad, la conexión aérea transportaba algo más de un millón de viajeros, frente a los algo más de 700.000 que optaban por viajar en tren. Pero desde entonces, las tornas han cambiado a velocidad de vértigo. Ahora, el tren registra 2,2 millones usuarios, por los apenas 300.000 del avión, que ha perdido el 70% de los usuarios que tenía.

El vuelco ha sido todavía más importante en el caso de la ruta entre Madrid y Málaga. A finales de 2007, justo antes de la inauguración del AVE, los pasajeros de tren alcanzaron los 600.000, por los 1,5 millones que registró la ruta aérea. Al año siguiente, las tornas ya habían cambiado. El AVE se disparó hasta los 1,4 millones de pasajeros, dejando al avión en 1,2 millones. En abril de 2016, la alta velocidad alcanzó los 1,7 millones de usuarios, mientras que el avión apenas lo usaron 240.000 personas, es decir, un 84% menos de los que lo usaban en 2007.

La única ruta que aguanta el tirón frente al tren es la de Barcelona. Los vínculos empresariales que unen ambas ciudades llevan a muchos pasajeros de negocios a utilizar el puente aéreo. En el mes de referencia recogido por el informe, los usuarios de AVE alcanzaron los 3,8 millones, frente a los 2,1 millones del avión. Iberia, la compañía que opera esta conexión, no está dispuesta a arrojar la toalla y recientemente ha anunciado una alianza con Vueling, compañía de bajo coste perteneciente también a IAG, para incrementar desde julio hasta 26 el número de vuelos diarios en cada sentido, frente a los 16 que tiene ahora. En los horas punta, a primera hora de la mañana y última de la tarde, ofrecerá un vuelo cada quince minutos. También implementará la posibilidad de reservar asiento. Todo para plantar cara al tren y recuperar la rentabilidad de la ruta.