Finanzas
El Banco de España presionó a CaixaBank para invertir en Bankia
Isidro Fainé admite en el juicio que buscó una fusión con Caja Madrid porque era «bueno para España».
Isidro Fainé admite en el juicio que buscó una fusión con Caja Madrid porque era «bueno para España».
El expresidente de CaixaBank, Isidro Fainé, explicó ayer ante la Audiencia Nacional que la entidad catalana accedió a invertir 100 millones de euros en acciones de la salida a Bolsa de Bankia tras recibir la llamada del Banco de España, con la «buena fe y la buena voluntad» de que la operación iba a ser exitosa. Desmiente de esta manera al exsubgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, que negó en su testimonio cualquier tipo de presión a los inversores para participar en el debut bursátil de Bankia.
Fainé, que presidió La Caixa entre 2007 y 2016 (ya en ese momento, CaixaBank), y actualmente es presidente de Criteria Caixa, de la Fundación Bancaria La Caixa y de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), compareció ayer como testigo en el juicio de Bankia. A preguntas de la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), que ejerce la acusación popular, Fainé relató que su entidad empezó a analizar la posibilidad de acudir a la salida a Bolsa de Bankia de julio de 2011 tras recibir la llamada de Aríztegui, que le animó a hacerlo. Aunque aseguró que entonces se vio como una operación interesante, recordó que él no era por entonces presidente ejecutivo, ya que había un director general, Juan María Nin, que sí tenía tales poderes, por lo que la decisión última se adoptó en la comisión ejecutiva.
En este sentido, reconoció que «hubo discusión y otros puntos de vista», como el del consejero Jordi Mercader, que manifestó que la participación en el salto al parqué era «claramente una operación de salvamento» para Bankia. Sin embargo, se alcanzó un consenso y el banco invirtió «una cantidad prudente», dirigido «por los técnicos y con vocación de permanecer a largo plazo», al contrario que otras entidades que «se salieron al día siguiente», informa Efe. De hecho, y a pesar de estas primeras alertas, La Caixa mantuvo su participación hasta ver «que ya no había solución», en 2012, perdiendo «la mitad» de lo invertido.
Por otra parte, Fainé reconoció que entre los años 2009 y 2010 llegó a interesarse en una fusión con Caja Madrid, pues en ese momento consideraba que «sería bueno para España» y que habrían conseguido ser uno de los cuatro bancos industriales de Europa y la primera fundación del continente. Si no salió esta operación finalmente, explicó, no fue por que no hubiera querido. «Lo entiendo, pero decidieron hacer otras operaciones», dijo. En todo caso, aseguró que fueron sólo conversaciones. «No hubo ningún papel, ni un due dilligence», aclaró Fainé.
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