Mercado inmobiliario
El Brexit golpea a la vivienda en Londres
Después de casi un decenio de alzas continuadas y desorbitadas, los precios de los pisos han empezado a bajar, una situación que, en determinadas zonas exclusivas de la capital británica, no se conocía desde octubre de 2009
El precio residencial en las zonas más exclusivas de la capital británica cayó un 1,5% en julio, su mayor descenso desde octubre de 2009. La subida del impuesto para las casas de lujo y la incertidumbre tras el Brexit son las principales causas de la pérdida de valor en el mercado inmobiliario.
El centro de Londres se ha convertido en los últimos años en una de las zonas más cotizadas para vivir en Europa. El precio de las propiedades en la capital británica es el más alto del país y alcanzó en junio los 543.000 euros, frente a la media nacional de 246.000 euros, según los últimos datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística (ONS).
Pero la buena salud del sector inmobiliario se ha ido resintiendo conforme se acercaba la fecha de la votación sobre la permanencia en la Unión Europea. El número total de transacciones acumula ya dos meses consecutivos de descensos –en torno a un punto porcentual en ambos casos– su etapa más débil desde mediados de 2008. Los precios han registrado una evolución similar: el de las viviendas descendió un 1,2% entre el 10 de julio y el 6 de agosto, según los datos del portal inmobiliario Rightmove. A pesar de los buenos datos de junio, que reflejaron una subida de 8,5% respecto a 2015, el mes de julio confirmó los peores temores de Reino Unido sobre los posibles efectos del Brexit. El valor de las residencias cayó un 1%. Las previsiones de cara al último mes de verano no son más optimistas. Se espera que los precios desciendan a los niveles de noviembre, fruto también de la bajada en la demanda asociada a estas fechas. Las caídas mensuales podrían afectar al crecimiento acumulado anual, que pasaría del 4,5% en julio al 4,1% en agosto, según las estimaciones de Rightmove.
Las desorbitadas subidas en el mercado británico durante los primeros meses del año se debieron fundamentalmente al incremento de los impuestos sobre las viviendas de segunda mano y viviendas de lujo, que entró en vigor el pasado mes de abril. La expectativa de una subida de en torno al 3% en el coste de la vivienda generó una avalancha de compras entre el último trimestre de 2015 y el primero de 2016, con un incremento acumulado de los precios del 14% hasta mayo. Las operaciones con propiedades de lujo también experimentaron un inusual ascenso en los últimos meses. De hecho, este es el segmento que más afectado se ha visto por la subida de impuestos y la incertidumbre tras el «no» a la Unión Europea, con importantes descuentos sobre su valor real.
Se acabó el «boom»
Las viviendas localizadas en el centro de Londres registraron un descenso del 1,5% en sus precios respecto a 2015, según recoge el índice de la consultora inmobiliaria Knight Frank. Las propiedades situadas entre la zona oeste y la «City» –barrios como Notting Hill o Knightsbridge– han visto caer su valor de mercado en más de un 7% durante el último mes. Las áreas más exclusivas de la ciudad llevan acumulando caídas desde el inicio del año, según ha recogido la consultora, pero la caída de julio es la mayor de los últimos siete años. Las previsiones negativas se apoyan también en los datos oficiales. La agencia estatal Foxtons ha registrado un descenso del 10% en el volumen de propiedades vendidas en el primer semestre.
Sin embargo, la caída de los precios no es negativa para todos. Los compradores extranjeros perciben este movimiento como un incentivo a la hora de aprovechar la devaluación de la libra y la bajada de los tipos llevada a cabo por el Banco de Inglaterra en agosto. El mercado inmobiliario ha registrado en los últimos dos meses devaluaciones inéditas en Reino Unido. Recientemente, un demandante logró adquirir una mansión en la prestigiosa zona de Holland Park con cerca de un 18% de descuento, lo que le supuso pagar 13,4 millones frente a los 16,3 millones que se pedían al inicio, según Reuters. La otra cara de la moneda es la de los propietarios extranjeros: prefieren mantener sus residencias ante las negras previsiones de cara al cierre del año y al tipo de cambio.
EL SUEÑO DE LOS EXTRANJEROS
La inversión extranjera se ha convertido en una de las claves del auge del mercado inmobiliario británico en los últimos años. Los propietarios de viviendas en las zonas centrales de Londres suelen ser foráneos, mientras que la demanda local prefiere las residencias localizadas a las afueras. Sin embargo, Moody’s advirtió en un informe la semana pasada que la demanda de propiedades residenciales y comerciales podría resentirse, con la consecuente caída de los precios. «Si Londres pierde su estatus de ‘paraíso seguro’ frente a los inversores extranjeros, es muy probable que tanto el volumen de transacciones como el valor de las propiedades caígan», explica la agencia de rating en su comunicado. La capital británica es un foco inversor muy popular debido a su localización, su sistema legal y sus impuestos relativamente moderados. Tras el referéndum llegaron a congelarse hasta 21.000 millones de euros en fondos inmobiliarios.
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