Berlín

El Bundesbank recorta las previsiones de crecimiento de Alemania

Jens Weidmann, presidente del Bundesbank
Jens Weidmann, presidente del Bundesbanklarazon

El Bundesbank confirma el frenazo de la locomotora europea. A pesar de los últimos datos positivos que se anotó la economía germana, el Banco Central alemán ha recortado drásticamente las previsiones de crecimiento del PIB alemán para este año y los dos próximos. Más en concreto, este organismo estima ahora que para 2014 la economía alemana crezca un 1,4%, cinco décimas menos de lo previsto hace medio año. Un recorte que será aún más pronunciado en 2015 cuando se quede en un 1%, la mitad de lo previsto hace un semestre o por debajo del 1,3% que prevé el propio gobierno federal. De cara a 2016, el pronóstico se torna algo más optimista y contempla un crecimiento del 1,6%.

El Bundesbank se alinea de esta forma con la mayoría de los institutos económicos alemanes que, en los últimos meses, solo han hecho que tirar por tierra las positivas previsiones que hasta ahora se anotaba la principal economía europea. Una circunstancia que sin embargo parece no influir en los ánimos de este organismo o en los de su presidente, Jens Weidmann, quien -con los datos en la mesa- se empeñaba en defender que todavía “hay razones para esperar que la actual fase de desaceleración sea de corta duración” o que las oportunidades de comercio exterior posiblemente se incrementen nuevamente el próximo año.

Weidmann subrayó que los cimientos de la economía germana se encuentran todavía en “buena forma”, lo que no sólo beneficia a la economía doméstica, sino que permite a los exportadores aprovechar las oportunidades en los mercados internacionales. De hecho, el presidente del Bundesbank añadió que si los precios del petróleo permanecen bajos por un periodo extendido, el PIB germano podría expandirse adicionalmente en 0.1 a 0.2 puntos porcentuales en 2015 y 2016. Un optimismo que, por aquello de no atraer a viejos fantasmas, se reflejó asimismo desde el Ministerio de economía alemán que, a través de un comunicado, quiso dejar claro que “a pesar de que todavía hay riesgos económicos, la economía alemana comienza a superar gradualmente su debilidad”. Se basaban para tal afirmación en los pedidos industriales que aumentaron un 2.5% en octubre gracias a la sólida demanda doméstica. Sin embargo son muchos los que en Berlín miran todavía a Rusia y a un conflicto que todavía puede dejar de capa caída a muchos países de la eurozona.