Economía
El comercio pisa el acelerador
Si 2015 fue el mejor ejercicio en términos de ventas desde que comenzara la crisis, este año será decisivo para consolidar la reactivación del consumo. La facturación en rebajas se disparará en torno al 6%, según los expertos. Tiendas a rebosar. Colas interminables. Cajas registradoras que echan humo. Los Reyes Magos ya han regresado a Oriente, pero han dejado en los comercios más oro, incienso y mirra que en los últimos años. Y es que los españoles vuelven a rascarse el bolsillo. De hecho, el gasto medio por español en Navidad ha sido de 700 euros en alimentación, regalos, lotería y ocio.
El comercio minorista cerró el año con un aumento de ventas de entre el 5 y el 6%, y la creación de 45.000 nuevos empleos. Y, tras la Navidad –época en la que se acumula cerca del 20% de la caja anual–, las expectativas para la campaña de rebajas resultan de lo más halagüeñas. Pedro Campo, vicepresidente de la Confederación Española de Comercio (CEC), espera que la facturación en este periodo se incremente en torno al 6% con respecto a la del ejercicio pasado. Aún es pronto para lanzar las campanas al vuelo, ya que los descensos durante los últimos siete años han sido muy acusados, pero no cabe duda de que el ejercicio pasado fue el mejor para el sector desde el estallido de la crisis. Así, el cambio de tendencia que se inició en 2013 parece consolidarse. No obstante, 2016 será crucial para afrontar el impulso definitivo de la reactivación del consumo. Aunque la confianza de los consumidores se encuentre en máximos, los comerciantes aguardan con prudencia y cautela, pero han admitido tener muchas esperanzas al percibir una gran afluencia a los establecimientos. Prueba de ello, el equipamiento para el hogar, que tras sufrir descensos de ventas próximos al 70% desde 2007, comienza a levantar cabeza.
Campo recuerda el enorme esfuerzo que han debido acometer los pequeños comerciantes, que en muchos casos se han visto obligados a hipotecar sus propios patrimonios para lograr la supervivencia de sus negocios. «Somos el sector que menos empleo ha destruido. Hemos estado en el límite de lo que podíamos soportar y 2016 será totalmente decisivo». Desde CEC piden responsabilidad a todos los partidos políticos para apuntalar la recuperación del consumo, ya que la inestabilidad podría pasar factura. Si bien Campo sostiene que el comercio es un segundo vagón, y no del tractor, afirma que los grandes sectores deben tener confianza para invertir, crear puestos de trabajo y permitir que la cadena se mueva. «A diferencia de otros, somos muy dinámicos. En cuanto se incrementan las ventas, estamos contratando. Pero necesitamos tranquilidad. Los políticos deben pensar en ello y trabajar por el bien común», apostilla.
Pilar fundamental
Si este año las expectativas de crecimiento para la economía española son del 2,7%, el consumo de los hogares constituirá el principal baluarte de la actividad. La demanda interna aportará 2,9 puntos porcentuales, mientras la externa contribuirá negativamente con 0,2 puntos porcentuales. El comercio supone un pilar fundamental. Representa el 11% del PIB y, a 31 de diciembre de 2015, el minorista empleaba a 1.849.804 personas. Asimismo, las 469.938 empresas de comercio minorista que hay en España ocupan 583.796 locales comerciales.
El viento continúa soplando de cola para el consumo en España, según un comunicado de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged). Y es que en un escenario de mejora del empleo y moderación de precios, los hogares están recuperando rentas y confianza, lo que se ha trasladado al consumo y a la actividad del comercio, que acumulaba un crecimiento interanual del 3,1% hasta octubre. Desde Anged explican que el repunte de la actividad comercial está liderado por los bienes de consumo duradero y por productos de no alimentación (electrónica, electrodomésticos, textil, hogar, cuidado personal, etc), en línea con esa mejora de las expectativas de los hogares.
Lejos de las diferencias existentes entre los pequeños comercios de proximidad y las grandes cadenas de distribución, «todos somos compatibles y necesarios». Campo remarca que el consumidor ha de poder elegir, siempre y cuando las reglas del juego sean iguales. Desde Anged constatan que el punto de inflexión experimentado por el sector se mantuvo en 2015, pero advierten de que no se puede caer en la complacencia e instan a aprovechar el cambio de coyuntura para hacer reformas que permitan al comercio adaptarse a la nueva realidad del consumo en la era digital.
«El discurso proteccionista ha reverdecido con moratorias a las inversiones, más restricciones de horarios e impuestos. Resulta pretencioso querer frenar las corrientes de cambio en el consumo poniendo palos en las ruedas del crecimiento». Para Anged, las moratorias, los impuestos y todo tipo de restricciones legales a los grandes formatos son medidas huecas, cómodas y baratas desde el punto de vista de la gestión política, pero inútiles. Por eso, defienden que «la libertad comercial es la forma más efectiva de apoyar a las empresas que crean oportunidades, innovan y generan empleo sin importar su tamaño, su especialidad o su modelo comercial».
Rebajas
El cartel de «sales» cuelga de los escaparates y los consumidores, ansiosos por lograr los descuentos más jugosos, abarrotan tiendas y centros comerciales. Carreras, agobios y sudores en los probadores. Es época de consumo desbocado. Serán las rebajas de la recuperación, con unas ventas estimadas de casi 4.000 millones de euros y una avalancha de contrataciones. Desde la patronal del comercio textil, Acotex, consideran que esta campaña se caracterizará por «descuentos agresivos» iniciales del 50%, que posteriormente alcanzarán el 60 y el 70%, en la segunda oleada. Y resaltan que las rebajas de invierno representan el 25% de las ventas de todo el año.
Los comerciantes minoristas también confiesan su optimismo, y calculan que cada español gastará, de media, entre 70 y 85 euros. En textil, calzado y complementos se ha acumulado mucho stock, lo que se reflejará en ofertas importantes. Si los descuentos iniciales oscilarán entre el 30 y el 50% –prevé Campo–, en la parte final de liquidación –con tallas sueltas– podrían superar el 70%. Los otros subsectores que probablemente más ventas realizarán serán el equipamiento textil del hogar, la electrónica y el pequeño electrodoméstico. El vicepresidente de la CEC opina que, al liberalizarlo, «el concepto de rebajas se demacró un poco. Nosotros entendemos por rebajas un periodo limitado en el tiempo en el que damos salida a las existencias de temporada a unos precios más bajos. Mantenemos que empiecen después de Reyes y duren dos meses, aproximadamente».
Alivio del gasto
La evolución de los precios alivia el gasto de los hogares, por lo que la cuesta de enero tendrá este año menos pendiente. Si el IPC cerró 2015 en el 0%, los salarios han subido un 0,5%. Es decir, «los trabajadores están ganando poder adquisitivo». Además, gracias a la rebaja del IRPF, la nómina media subirá seis euros este mes. Guzmán Soldevilla, autor del blog «La Economía Sencilla», recuerda que la positiva evolución del paro es fundamental tanto para las economías familiares como para el comercio. Y explica que mientras que el desempleo sea tan elevado lo lógico sería que la inflación se mantuviese sostenida. Sin embargo, «es posible que parte de los parados no sean empleables, en cuyo caso nos podríamos encontrar con una inflación creciendo a pesar de tener un paro bajo». Con un desempleo a la baja y una renta disponible al alza, Soldevilla espera que el comercio mejore, «a pesar de que los márgenes se estrechen».
Algunas estimaciones señalan un crecimiento del IPC para 2016 superior al 1%, pero el comportamiento que experimentarán la luz y el gas durante este año resulta bastante impredecible –han comenzado bajando-. Respecto a los carburantes, los mercados de futuros apuntan a una ligera recuperación de la cotización del petróleo, hasta los 40 dólares por barril, lo que pondría fin a las rebajas de los precios en el surtidor. Por otra parte, los expertos aseguran que el Euribor también quitará carga a los presupuestos domésticos. Esto se trasladará, en cierta medida, a las cajas registradoras de los comercios. Soldevilla sostiene que España es un país netamente endeudado. Aunque unos tipos de interés bajos le vengan bien –todo parece indicar que se mantendrán en el nivel actual–, «que la política monetaria fuera todavía más laxa que el año pasado sería muy mala señal. Quería decir que el Banco Central Europeo (BCE) se habría visto forzado a ampliar las medidas por malos datos que podrían venir, por ejemplo, de una evolución de la economía china peor de la esperada», advierte el profesor.
✕
Accede a tu cuenta para comentar