El desafío independentista
El desafío soberanista pasa factura a bancos, comercios y aerolíneas
Los problemas empiezan a notarse un mes después del 1-O. Los bancos intentan frenar la fuga de depósitos; otras empresas, el menor consumo. Mientras, la fuga empresarial sigue. Ayer le tocó el turno a Allianz.
Los problemas empiezan a notarse un mes después del 1-O. Los bancos intentan frenar la fuga de depósitos; otras empresas, el menor consumo. Mientras, la fuga empresarial sigue. Ayer le tocó el turno a Allianz.
A pocos días de que se cumpla un mes desde la celebración del referéndum ilegal en Cataluña, los mercados no terminan de encontrar la estabilidad necesaria, las dudas sobre el comportamiento de la economía en los próximos meses se acrecientan y los primeros datos que empiezan a llegar al Instituto Nacional de Estadística sobre la actividad empiezan a dar signos preocupantes.
El consejero delegado de BBVA, Carlos Torres Vila, estimó ayer que el conflicto catalán le puede costar a la economía española un menor crecimiento el próximo año estimado en más de 3.000 millones de euros. Es el mejor de los escenarios posibles, porque en el peor, la Airef, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, eleva la cifra hasta los 15.000. Su homólogo en Banco Sabadell cree que esa cifra es más que probable. Ambos prefieren esperar a que el conflicto entre el Estado y Cataluña acabe lo más rápidamente posible.
El próximo lunes, el Instituto Nacional de Estadística (INE) dará a conocer el primer avance de la contabilidad nacional del tercer trimestre para el que se espera un crecimiento del 0,7% sobre el trimestre anterior, inferior en una décima al del segundo, y en dos al del primero. Para Cataluña, el escenario presente (y sobre todo futuro) es mucho menos halagüeño. El desplome será sin duda mayor.
Uno de los primeros indicadores de por dónde pueden ir las consecuencias se conoció ayer. Las ventas del comercio minorista crecieron en España una media del 2,2% en el conjunto de España, pero sólo un 1,1% en Cataluña. La mitad.
La incertidumbre acaba generando siempre miedo en los ciudadanos, no sólo en los inversores. El hecho de que la bolsa haya perdido un 1,7% desde el 29 de septiembre (184 puntos) o de que la prima de riesgo haya pasado de 115 a 122 puntos básicos es suficientemente explicativo de lo que se necesita en estos momentos.
Los bancos son los que más están padeciendo esta situación, especialmente los que tenían su sede social en Cataluña. Ni siquiera el cambio de domicilio social ha despejado todas las dudas, aunque han mejorado su situación tras el referéndum. Ayer, pese a presentar unos resultados excelentes, Banco Sabadell y CaixaBank estuvieron entre los valores más castigados en Bolsa, junto a IAG y Meliá.
Son los valores más expuestos al conflicto catalán. Sabadell se dejó ayer un 4,85% en bolsa y CaixaBank, un 2,74%. Ambos han reconocido que en los primeros días de octubre salieron depósitos de los clientes. La situación ya está normalizada, pero lejos de cómo debería comportarse con un crecimiento del PIB del 3%. IAG reconoce que hay problemas en Cataluña para el grupo. Sobre todo por Vueling, con base en Barcelona. No es que vaya mal; es que podría ir mucho mejor, como reconoció su consejero delegado del grupo, Willie Walsh. La fuga de empresas siguió ayer. La aseguradora Allianz dejó Barcelona.
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