El Gobierno estudia suprimir parcialmente el gravamen del IRPF antes de 2015

Montoro confía en la próxima recuperación económica para rebajar las rentas del trabaja y estudia subir el IVA a productos que hoy disfrutan del tipo reducido del 10%

El Gobierno ha iniciado la cuenta atrás para aprobar una reforma fiscal que es necesaria y que, además, recomienda la Unión Europea. Tiene más de un año para diseñar los cambios y lograr el mayor consenso en el Congreso de los Diputados. El objetivo es que entre en vigor el 1 de enero de 2015.

Montoro no ha desvelado nada. Sólo que tiene como objetivo beneficiar a las rentas más bajas y que para su discusión se tendrán en cuenta los resultados del informe que se encargará a una comisión de expertos, a imagen y semejanza de la que trabaja en la reforma de las pensiones.

Desde la llegada al poder del Partido Popular tras las elecciones del 20 de noviembre, los impuestos han tenido una única dirección, hacia arriba, por la necesidad de reconducir las finanzas públicas, después de que el déficit dejado por el Gobierno socialista superara el 11% en el año 2011. La primera decisión que el Gobierno de Mariano Rajoy tomó el 30 de diciembre de 2011 fue, además de conceder la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III a todos los miembros del gabinete saliente, aprobar un real decreto ley sobre medidas de orden económico y social y de corrección del déficit público, que en la práctica se tradujeron en una reducción del gasto en una cuantía aproximada de 8.900 millones de euros y un incremento de los ingresos por la vía impositiva de 6.275 millones de euros.

Gravamen

En aquella ocasión, el Gobierno creó un gravamen complementario, temporal y progresivo que en teoría se aplicaría en los ejercicios 2012 y 2013 sobre todos los tramos liquidables vigentes para la aplicación de la tarifa estatal del IRPF. Los porcentajes a aplicar oscilan entre el 0,75% para las rentas más bajas hasta el 7% para aquellas que superan los 300.000 euros brutos anuales. A partir de 33.007 euros, el gravamen será del 3%, del 4% para ingresos superiores a 53.407 euros), del 5% para quienes declaren ganar más de 120.000 euros y del 6% para rentas por encima de 175.000 euros. El impacto recaudatorio de esta medida del IRPF se cifró para el pasado año en 5.357 millones de euros.

Ahora las circunstancias no son las mismas que hace un año y medio y el Gobierno confía en que en los próximos trimestres la economía toque suelo e inicie su recuperación a finales de este mismo año o principios de 2014.

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, quiere aprovechar la reforma financiera para introducir un nuevo sistema de financiación autonómica.

La hoja de ruta de la reforma fiscal está muy limitada por los compromisos adquiridos por España ante la Unión Europea. Montoro quiere reducir como sea la presión fiscal sobre las rentas del trabajo, que con el gravamen complementario se ha situado entre las más altas de Europa. La intención inicial del Gobierno era suprimir este gravamen el 31 de diciembre próximo, aunque Montoro anunció a finales de abril que seguiría en vigor todo el año 2014, para asegurar los ingresos impositivos e impulsar la actividad económica.

En función de cómo vaya la economía en la segunda mitad del año, el Gobierno podría estudiar la supresión de este gravamen para las rentas más bajas, es decir aquellas por debajo de 33.000 euros, manteniendo los recargos desde el 3% hasta el 7% a partir de ingresos superiores.

IVA y fondos de pensiones

Los ojos de los ciudadanos están más pendientes, sin embargo, del IVA. Los países que han sido rescatados o ayudados financieramente se han visto obligados a subir su tipo general hasta el 23%, dos puntos por encima del que está en vigor en España (21%). Mariano Rajoy se ha apresurado en asegurar que no tiene intención de subir el IVA. Otra cosa es que haya que hacer algún reajuste y gravar con el tipo general algunos productos que hoy disfrutan del tipo reducido.

Confirmada la subida de los impuestos especiales del alcohol y tabaco, aunque no llevada aún a cabo, el Gobierno se ha comprometido a crear impuestos medioambientales, que no tiene definidos, y Bruselas pide un mejor trato fiscal al gasóleo que a la gasolina.

En el impuesto sobre sociedades, el Gobierno ya ha llevado a cabo la supresión de deducciones para calcular la base imponible para que del 30% en el caso de las grandes empresas no se acabe tributando por debajo del 20% en el caso de las empresas del Ibex.

Otras incógnitas se refieren al tratamiento fiscal del ahorro. ¿Desgravarán las contribuciones a planes de pensiones?