Crecimiento económico

PIB: El consumo convierte a España en pilar del crecimiento de la UE

El Gobierno elevará las previsiones tras avanzar la economía un 0,9% en el segundo trimestre. Nuestro país recupera la riqueza anterior a la crisis, pero para superarla deberá crear aún 1,5 millones de empleos

El ministro de Economía, Luis de Guindos, junto a la secretaria de Estado de Economía, Irene Garrido,
El ministro de Economía, Luis de Guindos, junto a la secretaria de Estado de Economía, Irene Garrido,larazon

El Gobierno elevará las previsiones tras avanzar la economía un 0,9% en el segundo trimestre. Nuestro país recupera la riqueza anterior a la crisis, pero para superarla deberá crear aún 1,5 millones de empleos.

La economía española crece con intensidad. Con más fuerza, incluso, de la esperada. En concreto, lo hizo a un ritmo del 0,9% en el segundo trimestre del año, una décima más que en el primero. Y, previsiblemente, seguirá la misma tendencia durante lo que resta de ejercicio, lo que llevará al Gobierno a aprovechar la actualización del cuadro macroeconómico que acompañará a los Presupuestos Generales del Estado de 2018 para revisar al alza la previsión de crecimiento, actualmente fijada en el 3%. Así lo confirmó ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, tras analizar los datos arrojados por el Instituto Nacional de Estadística sobre la contabilidad nacional.

Unos datos que certifican que el consumo es el factor que tira con más fuerza del PIB español, lo que ha consolidado a nuestro país como uno de los pilares del crecimiento en toda Europa. En concreto, la riqueza creció en nuestro país, por ejemplo, tres décimas más que en la Unión Europea y que en la eurozona; seis décimas más que en el Reino Unido: cinco más que en Italia y cuatro más que en Francia. De todas las grandes potencias europeas, sólo Alemania se nos aproxima, al crecer su PIB un 0,6% en el mismo período. Dos décimas menos que en España, en cualquier caso.

Con el crecimiento experimentado por la economía en el segundo semestre puede afirmarse, técnicamente, que España recupera los niveles de riqueza previos al estallido de la crisis. Sin embargo, la afirmación es relativa. De Guindos confirmó ese regreso a un pasado que se remonta a diez años, pero matizó que «no saldremos de la crisis definitivamente hasta que no creemos 1,5 millones de puestos de trabajo más».

El objetivo, insistió, es que nuestro país alcance los 20 millones de personas ocupadas a finales de 2019. El ministro no quiso pasar por alto uno de los puntos más llamativos de las cifras contenidas en la contabilidad nacional. Según los datos que aporta el INE, se ha registrado un descenso del peso de las rentas del trabajo en la economía. En concreto, se sitúan dos puntos por debajo de las cifras registradas en 2007. A este respecto, De Guindos vinculó el descenso al menor nivel de empleo existente con relación a 2007, «y no a un descenso de los salarios». De hecho, recalcó que a lo largo de la última década ha habido un incremento de la capacidad adquisitiva, en alusión a la contención experimentada por los precios de servicios y productos.

Los datos de la contabilidad nacional revelan que en términos anuales, el empleo aumenta en España a un ritmo del 2,8%, una tasa tres veces superior a la del primer primestre, lo que supone un incremento cercano a 480.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año. Según el INE, «este comportamiento, junto con la variación experimentada por la jornada media asociada, dan como resultado una desaceleración de una décima en la tasa anual de las horas efectivamente trabajadas».

«El empleo de la economía, en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, registra una variación trimestral del 0,9%, dos décimas superior a la registrada en el trimestre anterior», subraya.

La razón de este crecimiento estriba, fundamentalmente, en la demanda interna. En concreto, «el gasto en consumo final presenta una variación anual mayor que la registrada en el primer trimestre –un 2,2% frente al 2,0%–, mientras que la inversión en capital fijo presenta un crecimiento menor, al pasar del 3,9% al 3,4%».

Administraciones

Al desgranar las partidas del gasto, el INE revela que el gasto en consumo final de los hogares experimenta un crecimiento del 2,5% en el segundo trimestre con respecto al mismo período de 2016. Se trata de una tasa similar a la del primer trimestre, «como consecuencia del comportamiento conjunto de los distintos tipos de bienes y servicios que lo integran». Por su parte, el gasto en consumo final de las administraciones públicas presenta una variación anual del 1,3%, ocho dédimas superior a la del trimestre precedente. En lo que respecta a la inversión, aunque ésta registra un crecimiento del 3,4%, dicha tasa supone una desaceleración de cinco décimas con relación al trimestre precedente. Por tipos, cabe resaltar que la inversión en materiales decreció cinco décimas con respecto al primer trimestre. Por su parte, la inversión en construcción aumenta una décima su tasa anual, al pasar del 2,9% al 3% como consecuencia del comportamiento de la inversión en vivienda y en ingeniería civil. Finalmente, la inversión en bienes de equipo presenta un crecimiento del 4,1% en el segundo trimestre de 2017, frente al 5,5% del trimestre anterior.

Por su parte, la contribución de la demanda exterior al crecimiento anual del PIB trimestral es de 0,7 puntos, porcentaje análogo al del primer trimestre. Las exportaciones de bienes y servicios disminuyeron 2,8 puntos su ritmo de crecimiento, pasando del 7,3% al 4,5%. Según el INE, las importaciones de bienes y servicios disminuyeron 2,9 puntos su crecimiento, del 5,7% al 2,8%. Analizando los componentes, las importaciones de bienes crecen a una tasa del 1,3%, lo que supone 4,1 puntos menos que en el trimestre anterior. Las importaciones de servicios no turísticos aumentaron en cambio 4,2 puntos.