Lisboa

El interés de la deuda lusa baja del 5 % por primera vez desde agosto de 2010

El notable alivio de la presión que ejercen los mercados sobre Portugal ha provocado la caída de los intereses que penalizan su deuda a diez años, que cotizaba hoy por debajo de la barrera del 5 % por primera vez desde agosto de 2010. Los títulos lusos a este plazo, utilizado como referencia por los analistas, se vendían durante las primeras horas de la sesión al 4,98 %, la tasa más baja registrada en los últimos 41 meses.

La mejora de la deuda soberana portuguesa en el mercado secundario -donde los inversores se intercambian las obligaciones adquiridas en subasta pública- se ha acelerado desde que arrancó 2014, ya que cerró el ejercicio anterior ligeramente por encima del 6 %.

El descenso de los intereses es clave para Portugal, que encara ya la recta final de su rescate financiero con el reto de regresar a volver a emitir de forma regular deuda a largo plazo, algo que no hace desde que solicitara la ayuda financiera internacional, en abril de 2011.

Precisamente la asfixiante subida de las tasas exigidas por los inversores para comprar títulos lusos fue el motivo que llevó a las autoridades lusas a solicitar un préstamo a la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le concedieron 78.000 millones de euros a cambio de adoptar un severo programa de ajustes para reformar su economía.

En el momento de su petición de rescate, la penalización de sus obligaciones a diez años superaba el 8 %, aunque estas mismas tasas en enero de 2012 se dispararon hasta superar el 17 %.

La volatilidad de los intereses asociados a la deuda portuguesa en el mercado secundario parece haber remitido y desde el pasado verano se observa una sostenida tendencia a la baja que ha infundido optimismo entre las autoridades lusas.

El país debe ser capaz de colocar su deuda a largo plazo para recuperar su autonomía financiera una vez deje de recibir los fondos del rescate -a partir de junio de este año- y evitar así cualquier hipótesis de necesitar un segundo paquete de ayuda.

El Gobierno luso, de signo conservador, tiene por objetivo prioritario cerrar con éxito el programa de asistencia financiera firmado con la UE y el FMI, aunque no descarta recurrir a algún tipo de mecanismo de apoyo europeo -se especula con la posibilidad de una línea de crédito preventiva- para afrontar su regreso a los mercados con mayor seguridad.

A cinco años, los títulos lusos cotizaban hoy al 4 % y a dos años lo hacían al 2,3 %, lo que contrasta con las tasas superiores al 20 % que llegaron a alcanzar en el momento de mayor tensión, en enero de 2012.