El petróleo baja de 50 dólares y se acerca a los mínimos anuales

Después de que el 6 de mayo tocase máximos anuales –67,74 dólares el barril–, el petróleo Brent, de referencia en Europa, se ha desplomado en las últimas semanas y ayer perforó la barrera de los 50 dólares. Cerró en 49,7% tras retroceder un 4,7%, la mayor caída en seis meses. El mínimo anual del 13 de enero, 47,24 dólares, parece cuestión de días.

Hace tres meses, la campaña de bombardeos de Arabia Saudí en Yemen, punto estratégico clave para la salida del oro negro de Oriente Próximo, presionó al alza su cotización. Ahora, sin tensiones políticas, la sobreoferta de producto y el parón en el consumo están tirando su precio. En un reciente informe, Bank of America Merril Lynch apuntaba al debilitamiento del crecimiento chino y a la irrupción en el mercado de Irán tras el pacto nuclear como algunos de los factores que están haciendo retroceder el precio del crudo, golpeado también por la irrupción del «fracking» en Estados Unidos. La entidad ha revisado a la baja su previsión de precios y ahora cree que el barril de Brent rondará los 50 dólares en el tercer trimestre del año, frente a los 54 dólares de su pronóstico anterior. El Fondo Monetario Internacional (FMI), en otro análisis, destacaba también la rápida recuperación de la producción en Libia como otra de las causas de la sobreoferta de petróleo.

A la senda bajista del crudo no sólo ha contribuido el propio mercado sino también decisiones políticas. En su reunión de junio, la OPEP decidió mantener su bombeo diario en un máximo de 30 millones a instancias de Arabia Saudí. El principal productor mundial se siente cómodo con un petróleo barato que, de mantenerse, hará inviables muchos pozos de «fracking» y le devolverá la porción de exportaciones a EE UU que la técnica de fracturación hidráulica le han restado.

Los que más que cómodos están aliviados y satisfechos a partes iguales son los países que, como España, dependen casi por entero de las importaciones de crudo, que están logrando pingües ahorros por los bajos precios. La Actualización del Programa de Estabilidad Económica 2015-2018 del Gobierno se ha confeccionado con la premisa de un precio medio de 65,1 dólares el barril. El Ejecutivo calcula que un alza del 10% de ese precio restaría un 0,1%, 1.000 millones de euros, al PIB. Ahora mismo, el Brent cotiza casi un 20% por debajo de esos 65,1 dólares, lo que insuflaría 0,2 puntos a la riqueza nacional.

Por el momento, el efecto más inmediato de la caída del precio del petróleo es el respiro que está dando a los carburantes. Los precios de la gasolina y el gasóleo se han abaratado un 0,9% y un 0,7%, respectivamente, en la última semana de julio. Con ello, se han situado un 8,21% y un 13,7%, respectivamente, por debajo de los que marcaban hace un año, según los datos del último Boletín Petrolero de la UE. En concreto, el litro de gasolina costaba la semana pasada 1,307 euros y el del gasóleo 1,17 euros.

Junto a grandes productores como Rusia, las que están padeciendo la caída del precio del petróleo son las compañías del sector. Hace un par de semanas, Chevron anunció una caída del 90% de sus beneficios. Pasó de ganar 5.700 millones de dólares en el segundo trimestre de 2014 a recaudar solo 571 millones de dólares este año. Exxon Mobile no ha salido mucho mejor librada. Frente al beneficio de 8.800 millones de dólares que logró en el segundo trimestre de 2014, este año se quedó en 4.200 millones. La gigante petrolera anglo-holandesa Royal Dutch Shell también anunció el pasado día 31 de julio una reducción de su beneficio neto en el primer semestre del año del 14%, frente a un año antes, hasta 8.416 millones de dólares.

Repsol se salva

Repsol ha logrado de momento esquivar esta tendencia y alcanzó en el primer semestre un beneficio neto ajustado de 1.240 millones de euros, cifra que supera en un 35% a los 922 millones de euros de los primeros seis meses del pasado ejercicio. La compañía ha compensado la caída de los precios del petróleo gracias a su potente divisón de refino –«downstream»–, cuyo resultado mejoró un 115%, hasta alcanzar los 973 millones de euros.