Autopistas
El PSOE quiere pactar la implantación de los peajes en las autovías para evitar su coste político
Considera que imponer una medida tan impopular en solitario le pasaría factura
Considera que imponer una medida tan impopular en solitario le pasaría factura.
El PSOE quiere extender los peajes a las vías de gran capacidad, pero no a cualquier precio. Los socialistas no están dispuestos a que la aplicación de una medida tan impopular les suponga un coste político. Por eso, desde hace meses, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, viene abogando por consensuar una medida de tal calado.
Desde hace años, las empresas del sector, con la patronal de la construcción a la cabeza (Seopan), vienen defendiendo la imposición de peajes en las autopistas y las autovías para costear su mantenimiento, estimado en unos 1.100 millones de euros al año. Sus argumentos son que se trata de la única infraestructura por la que no se pagan cánones; que debe aplicarse la máxima de que el que contamina paga; y que los que no usan las carreteras no deben pagar su conservación con sus impuestos.
Durante años, ningún Ejecutivo movió un dedo a favor de los peajes. Pero, sin venir al caso, José Luis Ábalos abrió el debate sobre el asunto con el argumento de que el coste de mantenimiento de las carreteras es muy elevado y, en un contexto como el actual, el dinero no sobra.
Aunque públicamente nunca han abogado abiertamente por los peajes, en el sector aseguran que los socialistas son partidarios de implantar una tasa blanda con la que cubrir los costes de mantenimiento dado que los de construcción ya están amortizados. El propio Ábalos argumentó públicamente a su favor el pasado mes de noviembre. También planteó en abril la posibilidad de que parte de los fondos obtenidos sean destinados a pensiones, sanidad o educación. Pero en todas las ecuaciones que plantea, hay una variable que Fomento mantiene inalterada: se decida lo que se decida, debe ser por consenso de todos los partidos. Por eso, Ábalos propuso la pasada legislatura crear una subcomisión en el Congreso de los Diputados para debatir la cuestión.
En el sector concesional aseguran que, más allá de la cuestión de Estado que se quiere vender, lo que subyace para imponer esta condición es un cálculo de carácter político. Imponer peajes sería una medida muy impopular que tendría un alto coste para el Ejecutivo de turno que se decidiese a dar el paso en solitario. Por eso, añaden, el PSOE quiere «debatir y consensuar» la posible extensión de los peajes a la red de vías de alta capacidad. En cualquier caso, como dijo ayer Ábalos, el debate no está todavía encima de la mesa.
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