Reforma eléctrica

El recibo de la luz subirá el 3,2% a partir de agosto

Soraya Sáenz de Santamaría, y José Manuel Soria, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros
Soraya Sáenz de Santamaría, y José Manuel Soria, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministroslarazon

«Casi todos los actores del sector eléctrico no ofrecían más sacrificio que una subida del recibo de la luz del 40%», reconocía ayer uno de los artífices de la reforma energética. Y ese es precisamente el argumento al que recurrió ayer el Gobierno para defender la nueva batería de medidas que ha provocado reacciones airadas tanto entre las grandes eléctricas de Unesa (Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa) como entre las asociaciones que agrupan a las energías renovables, cuyo sistema de primas desaparece de un plumazo.

Mientras las eléctricas advertían de que los recortes a la distribución y el transporte (unos 1.000 millones de euros), y la menor retribución a la distribución (el 6,5%) respecto a la que recibirán las renovables (7,5%) les obligará a una «drástica» reducción de empleo, las energías «verdes» señalaron que supone la «quiebra» del sector. Entre medias, los consumidores, que verán encarecido de forma automática el recibo de la luz desde agosto en un 3,2% como consecuencia directa de las medidas del Ejecutivo para atajar el déficit de tarifa previsto este año (4.500 millones). Con esta subida, se pretende recaudar 400 millones en lo que resta del año y 900 a partir de 2014, la mitad de los 1.800 millones de déficit que provoca la generación de electricidad en las islas. Los otros 900 millones del sobrecoste extrapeninsular serán finalmente financiados por el Estado ya que la nueva ley contempla que el 50% de ese concepto pase a los Presupuestos Generales del Estado.

¿Cuándo entra en vigor?

El real decreto ley entra en vigor hoy, aunque algunas medidas (como la subida del 3,2% del recibo en agosto) deban esperar el informe de la Comisión Nacional de la Energía y la posterior aprobación de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, y da la vuelta al sector para atajar el desajuste entre los ingresos y gastos, que ha creado un agujero de 26.062 millones en una década.

Subida de la luz

El Gobierno defiende que gracias al reparto equitativo del «sacrificio» entre las eléctricas, las renovables y el Estado se ha evitado una subida de la luz del 42%. Sin las medidas tomadas en 2012, el déficit habría alcanzado los 10.500 millones, forzando ese incremento si se hubiera trasladado todo el desajuste al consumidor. Sólo para enjugar los 4.500 millones de déficit previsto en 2013, a pesar de los recortes de 2012, habría sido necesaria una subida del 19% del recibo. La próxima subida de agosto servirá para financiar el 50% del sobrecoste de generación eléctrica en las islas (900 millones). El otro 50% se cargará a los Presupuestos. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, explicó ayer en su comparecencia posterior al Consejo de Ministros que los peajes eléctricos, que cubren la parte regulada de la tarifa, subirán un 6,5%, lo que implicará un encarecimiento del 3,2% en el recibo final de la luz. El Ejecutivo asegura que gracias a la reforma, sólo ha sido necesaria una subida del 8% del precio de la luz.

¿Fin del déficit de tarifa?

El Gobierno defiende que las medidas acabarán con la generación del déficit . Se dejará de acumular deuda –que asumían de arranque las compañías eléctricas y luego era titulizada por el Estado– con lo que en 15 años se debería haber terminado de pagar los 26.062 millones de deuda acumulados. Pero si se produce algún desajuste, la ley incorpora mecanismos para que la deuda no se dispare. Para empezar, cualquier exceso por encima de los 4.500 millones de déficit previsto en 2013 será cubierto por las eléctricas. A partir de 2014, sólo se permitirá un desajuste de 500 millones anuales y la acumulación de deuda no podrá exceder los 2.000 millones. A partir de esa cantidad, habrá un incremento automático de los peajes. Es decir, una subida de la tarifa que ataje la deuda.

Se limita el bono social

El denominado «bono social», que cubre a más de tres millones de clientes incluirá topes de renta. Hasta ahora, para disfrutar de esta tarifa reducida bastaba con tener una potencia contratada inferior a 3 KW (también tenían acceso las familias numerosas o los hogares con una pensión mínima o todos sus miembros en paro). Ahora, se pondrán límites. Por ejemplo, una familia de cuatro miembros deberá tener una renta no superior a 28.000 euros.

Cambios en el recibo

Industria irá dando progresivamente un mayor peso al término fijo del recibo, en detrimento del variable. Esto penalizará a las segundas residencias y a las viviendas vacías.