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El sector inmobiliario comienza a transformarse

El sector inmobiliario comienza a transformarse
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Las «start-ups proptech» revolucionan las áreas de esta industria relacionadas con la inversión, la comercialización o el análisis de los datos.

Whatsapp revolucionó los servicios de mensajería instantánea. MyTaxi, Uber y Cabify, los del taxi. AirBnB, los de los hoteles... y así hasta un sinfín de «start-ups» que han puesto patas arriba industrias de lo más tradicionales y variopintas. La ola ha llegado hasta el sector inmobiliario, con la aparición de las «proptech», que suponen un antes y un después para el Real Estate, y pretenden liderar la transformación de las compañías de la industria inmobiliaria para adecuarse al nuevo entorno tecnológico.

Es cierto que hasta la fecha comprar al mejor precio en el mejor lugar era determinante, como también lo es que por cada euro que el sector invertía en conseguir el activo se gastaba 10 euros en gestionarlo y comercializarlo. Jaime Mayor, CEO de WeSmartPark, explica que «es en esta área donde el “proptech” aporta su valor, consiguiendo que esos 10 euros pasen a ser 5 euros o incluso 0 euros». De esta manera, el rendimiento del activo adquirido aumenta, lo que permite a la empresa competir mejor.

Tras la entrada en su capital de compañías como Repsol, CDTI, B4Motion o Metaprop NYC, WeSmartPark (WSP) se posicionó como una de las principales «start-ups» del sector «proptech» en España. Si la industria inmobiliaria siempre se ha caracterizado por la ubicación del inmueble, ya que disponer de un activo en el lugar correcto era la clave para triunfar, con la llegada del «proptech» la innovación adquiere un mayor protagonismo.

Desde portales inmobiliarios hasta el internet de las cosas, pasando por el crowdfunding, el «big data» aplicado al real estate, la realidad virtual para la comercialización o la visualización de inmuebles, el software de gestión, la domótica... «Proptech» hace referencia a toda aquella industria tecnológica que cree valor para el sector inmobiliario. De hecho, en los últimos cinco años este mercado ha pasado de captar 221 millones de dólares a superar los 2.665 millones de dólares en un total de 235 operaciones, fundamentalmente en Reino Unido y Estados Unidos, países donde el sector arrancó con fuerza. En cambio, en España y Europa está dando sus primeros pasos. No obstante, algunas apuestas, como la realizada por Aguirre Newman, enfocadas a la creación de una división de «proptech» para atraer ese talento y conocimiento auguran buenas perspectivas. Desde la consultora inmobiliaria piensan que el potencial de esta industria es muy grande. Tiene identificadas 116 empresas PropTech en España, que emplean a cerca de 3.000 personas. Y consideran que en nuestro país el sector inmobiliario es bastante profesional y sofisticado. Aunque UK o EE UU sean mercados más maduros en los que la irrupción de la tecnología va un paso por delante, «la diferencia desde el punto de vista operativo no es tan grande. Irán surgiendo más iniciativas cada vez mejor implementadas y, lógicamente, se irán desarrollando en España aquellas que estén testadas en esos mercados que cuentan con una madurez mayor».

Mejorar las decisiones

Dado que la tecnología siempre ha revolucionado los procesos dentro de cualquier industria, el sector inmobiliario debe revisar su cadena de valor. Mayor asegura que el «big data» puede mejorar los procesos de toma de decisión a la hora de adquirir un inmueble, estudiando la evolución de la zona. Asimismo, puede aportar información real sobre el uso del inmueble para determinar si el modo de comercializarlo es el correcto o si se pueden diseñar productos que permitan una mayor rentabilidad del activo. WeSmartPark, detalla su CEO, posibilita conocer en tiempo real el estado de las plazas, ver su nivel de ocupación por parte del inquilino y, con su analítica, ajustar el alquiler al uso real; lo que permite alquilarlo el tiempo que no se esté usando, de modo que puede fidelizarse al inquilino al tiempo que se logran más ingresos sin necesidad de realizar ningún trabajo extra. «Son la tecnología y los algoritmos los que hacen este trabajo», puntualiza.

Ignacio Martínez-Avial, director general de desarrollo de negocio corporativo y responsable de liderar el lanzamiento de Aguirre Newman Digital, sostiene que, en líneas generales, la tecnología emergente aplicada al sector inmobiliario supone una transformación y una mejora continua. Y afirma que democratizará el acceso a la información para la toma de decisiones, así como a plataformas de inversión donde las personas interactúen sin necesidad de un intermediario, dando la oportunidad a los propietarios de alquilar y vender sus propiedades directamente, evitando los costes extras de intermediación.

El «big data», por ejemplo, facilita el análisis y la toma de decisiones estratégicas y está permitiendo la democratización de grandes volúmenes de datos que, transformados en información, representan una gran ventaja competitiva para anticiparse en la toma de decisiones esenciales, como dónde promover un edificio, qué tipo de viviendas hacer o estimar el precio al que podrán venderse. El «crowdfunding», por su parte, abre la posibilidad de invertir en inmuebles desde cantidades muy pequeñas y a todo tipo de inversores. La realidad virtual cambia radicalmente la forma de comercializar inmuebles e incluso de hacer seguimiento de promociones, al proporcionar una forma de ver y experimentar la propiedad en un espacio de forma virtual y realista, lo que permitirá a los vendedores exponer la propiedad en diferentes canales y a una mayor variedad de clientes, quienes podrán visualizar el inmueble sin necesidad de moverse de casa. De igual modo, con el internet de las cosas, el hecho de poder sensorizar prácticamente todo hace que se pueda optimizar al máximo la eficiencia y el confort de un determinado inmueble y vincularlo a otros aspectos de las ciudades, como la movilidad.