Macroeconomía

España coloca este año casi la mitad de su deuda a tipos negativos

Hasta octubre, el Tesoro Público ha captado 84.542 millones de euros en 42 emisiones en las que ha cobrado a los inversores

España coloca este año casi la mitad de su deuda a tipos negativos
España coloca este año casi la mitad de su deuda a tipos negativoslarazon

Hasta octubre, el Tesoro Público ha captado 84.542 millones de euros en 42 emisiones en las que ha cobrado a los inversores

El Tesoro español cumplirá esta semana un año colocando las emisiones de Letras a tipos negativos en el mercado, lo que, entre otras cosas, permitirá a las arcas del Estado reducir el servicio de la deuda en más de 1.500 millones de euros, según las últimas estimaciones del Ministerio de Economía, que se sumarán a los 3.200 millones de euros ahorrados en el año 2015. El 17 de noviembre del pasado año, el Tesoro adjudicó 3.515 millones de euros en letras a seis meses a un tipo de interés del -0,046%. Era la primera vez que sucedía en una emisión a ese plazo. Un mes antes, el 12 de octubre, se subastaron 3.102 millones de euros pero a un interés del 0,018%. Desde el mes de abril de 2015, España había empezado a entender lo que era cobrar a los inversores que financiaban nuestra deuda, algo desconocido en el pasado reciente. En todo este tiempo, el Tesoro Público ha realizado 60 emisiones de deuda a diferentes plazos, a tipos por debajo del 0% –tres de ellas en bonos a 3 años–, por un importe nominal total de 120.847 millones.

El efecto Draghi

Apenas un mes después de que el Banco Central Europeo pusiera en marcha la QE, un término financiero bajo el que se esconde la filosofía monetaria de Mario Draghi de inundar de liquidez el mercado para reanimar la decaída economía de la eurozona, España empezó a notar sus efectos. Fueron casi inmediatos. Y es que a partir del 9 de marzo del año pasado, el BCE inició la compra en el mercado secundario –no directamente– de hasta 60.000 millones de euros mensuales de bonos emitidos por los estados miembros hasta la fecha límite de septiembre de este año, que ha sido extendida hasta finales de marzo del año que viene.

En lo que va transcurrido de ejercicio, el Tesoro español ha realizado 40 emisiones de Letras, de las que 39 se han subastado con tipos marginales negativos. Sólo en una de ellas, en febrero, de Letras a 12 meses, por un importe adjudicado de 4.430 millones de euros, hubo que pagar a los compradores: concretamente, un 0,005%. Con los últimos datos del Tesoro Público, España ha colocado este año Letras a 3, 6, 9 y 12 meses y bonos a 3 años con tipos negativos por importe de 84.542 millones de euros, lo que equivale a hablar del 44,35% de toda la deuda emitida en los diez primeros meses del año, que ha sido de 190.600 millones. De esta cifra en negativo, 79.327 millones corresponden a Letras y 5.215 millones a bonos a 3 años. España ha colocado cobrando a los inversores el 94,71% de las Letras emitidas este año y el 32,95% de los bonos a 3 años colocados en el mercado.

Tipos positivos

Y es que España se financia en estos momentos gratis, o mejor dicho, cobrando a los compradores, hasta un plazo de tres años de amortización. Hay que irse hasta los bonos a cinco años para encontrar los primeros tipos de interés positivos, aunque mínimos. En la última subasta de bonos a cinco años, el tipo marginal de interés –el que se paga por la colocación del último euro– fue del 0,163%. A diez años, pagó un marginal de 1,052% en la última subasta celebrada en octubre, en la que colocó 1.481 millones.

Las mejores condiciones de los mercados de renta fija están permitiendo a España financiarse a precios muy bajos, que se pueden traducir este año en un ahorro de más de 1.500 millones de euros en el pago de intereses. Las emisiones en negativo están contribuyendo a ello. En una sencilla aproximación, las 42 emisiones con tipos de interés negativo que se han colocado en los diez primeros meses del año le han podido permitir a España ingresar alrededor de 130 millones de euros teniendo en cuenta el tipo cobrado y el periodo de amortización. No es mucho, teniendo en cuenta que la deuda colocada en el mercado asciende a más de 810.000 millones de euros.

Causas de estos tipos

¿Qué ha sucedido para que la situación haya cambiado tanto desde aquel dramático 25 de julio de 2012, cuando para que los inversores compraran bonos españoles a diez años había que ofrecer una rentabilidad del 7,74%, con la prima de riesgo en los 649 puntos básicos? Primero, que 24 horas después, Mario Draghi pronunciaba en Londres unas palabras que han entrado a formar parte de la historia económica reciente: «Haré todo lo que sea necesario para mantener el euro y, créanme, será suficiente». La bolsa española las recibía con una subida del 6%, la mayor en dos años, y con el bono de nuevo por debajo del 7%. Se había evitado el rescate de la economía española, un fantasma que estuvo sobrevolando durante los meses anteriores por el Ministerio de Economía.

Desde entonces, y sobre todo desde que Draghi ha puesto en marcha su política monetaria de tipos cero, las cosas han ido sobre ruedas en el mercado de renta fija. Con el BCE como principal comprador de los bonos soberanos, los tipos de interés se han desplomado hasta tal punto que son varios los países que están cobrando o han cobrado por su deuda a 10 años –Alemania o Suiza–. La idea de Draghi tiene toda la lógica del mundo. Con el Banco Central Europeo como principal comprador de bonos, los bancos pueden dedicar su dinero a la inversión productiva y no a la compra de deuda soberana, como han venido haciendo tradicionalmente. De esa manera la actividad crediticia impulsa la economía y ésta a su vez tira de los precios hacia arriba y sitúa la inflación en el rango que quiere la institución monetaria europea: alrededor del 2%.

Con los últimos datos del Banco Central Europeo, desde el 9 de marzo de 2015 y hasta el pasado 30 de septiembre, el banco central de la eurozona ha adquirido en el mercado secundario –donde los particulares pueden comprar y vender su deuda– bonos y obligaciones por un importe cercano a los 1,1 billones de euros, más o menos el valor de mercado del PIB de España en un año. De esta cifra, Alemania ha sido la más beneficiada –255.072 millones–. No en vano, sus bonos sirven de referencia para el resto de los mercados y siempre han sido considerados un valor seguro. Por detrás de Alemania están Francia –202.538 millones– e Italia –176.160 millones–. En cuarto lugar está España, con 126.387 millones de euros, una cifra que equivale al 56% del total de deuda que España tiene previsto emitir este año.

El Tesoro ha emitido en los diez primeros meses del año deuda bruta por importe de 190.600 millones de euros, el 84,6% del total previsto para el ejercicio. En los dos meses que restan para concluir el año, tiene previsto emitir en torno a 34.500 millones de euros más, hasta completar los 225.300. De esta cifra, alrededor de 185.000 millones tienen como destino amortizar otras emisiones anteriores, fundamentalmente de Letras a corto plazo.