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Bruselas

España crecerá 16.500 millones más de lo previsto en el «abril negro»

El Gobierno enviará a Bruselas unas previsiones más optimistas que las presentadas hace doce meses, cuando el Consejo de Ministros escenificó el «funeral» de la economía española

La Razón
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Tras el jarro de agua fría de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre, el Gobierno presentará a Bruselas un cuadro macroeconómico bastante más optimista que el del año pasado, en concreto, el del 26 de abril de 2013. Doce meses después, y en plena campaña para las europeas, el Ejecutivo elevará del 0,5% al 1,2% el crecimiento previsto del PIB para el presente ejercicio, lo que en la práctica supone que la economía nacional generará unos 12.300 millones de euros adicionales –7.200 millones más de los previstos en el Programa de Estabilidad enviado en 2013– y el PIB superará los 1,035 billones.

No obstante, en la primera notificación de déficit y deuda enviada a la Comisión Europea, el Gobierno estima que el PIB será de 1,047 billones de euros durante este ejercicio, lo que representaría un crecimiento del 2,4% sobre los 1,023 billones de 2013. La diferencia entre ambas cifras, de unos 12.300 millones, se explica por el nuevo cálculo que aplicará Bruselas previsiblemente ya este año, y que inflará artificialmente la economía al contabilizar las partidas presupuestarias de Defensa e I+D como inversión y no como gasto.

Para 2015, con elecciones autonómicas y generales de por medio, el Gobierno estima que el PIB se verá incrementado en otro 1,8%, frente al 0,9% previsto en abril de 2013, lo que elevaría el PIB en unos 18.600 millones, descontados los capítulos de I+D y Defensa –aún no presupuestados–, hasta los 1,053 billones. En términos brutos, y con la cifra de 2014 en 1,035 billones, el Ejecutivo prevé ahora que la economía nacional generará 9.300 millones más de lo previsto en su Programa de Estabilidad de 2013.

Estas estimaciones encajan con lo que el ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo la semana pasada. En concreto, cifró el crecimiento medio anual del PIB para el bienio 2014-2015 en el 1,5%. Ayer aseguró que las exportaciones «mantendrán su fortaleza» y que «por primera vez en mucho tiempo habrá aportación positiva de la demanda doméstica».

En total, el cambio en las previsiones que enviará el Ejecutivo a Bruselas dan como resultado que en el bienio 2014-2015 la economía española generará cerca de 16.500 millones de euros más que lo pronosticado en el Programa de Estabilidad del 26 de abril de 2013. En cualquier caso, el Gobierno señaló entonces que su pronóstico era «conservador».

En lo relativo a la deuda pública, ni el Gobierno ni los inversores internacionales esperaban hace un año que las políticas de estímulo de los bancos centrales, que han regado de liquidez el mercado, tuviesen un efecto tan positivo sobre el interés de la deuda. En concreto, el Ejecutivo calculó que el cupón del bono a diez años cerraría 2013 en el 4,84% y en el 4,51% en 2014, y que no perforaría el nivel del 4% hasta 2016, cuando sería del 3,8%. La realidad ha sido distinta.

Los inversores confían en las palabras del BCE y de su presidente, Mario Draghi, y han invertido con fuerza en deuda española, italiana y demás periféricas. El aumento de la demanda redujo el rendimiento del bono nacional a diez años en el secundario hasta el 4,14% al cierre de 2013, siete décimas menos de lo calculado.

La caída de los costes de financiación redujo en 8.700 millones de euros la ejecución presupuestaria del servicio de la deuda, que a la postre permitió que España cerrara 2013 con un déficit del 6,62% del PIB –excluido el rescate bancario– y se acercara al 6,5% pactado con Bruselas. Si se hubiera cumplido la previsión de los Presupuestos para este capítulo, nuestro país hubiera tenido un «agujero» superior al 7,3%.

La rebaja en los intereses de la deuda se ha prolongado este año, y ayer el interés del bono se situó en el 3,07%. Lo que el Gobierno esperaba que se produjera más allá de 2016, es decir, en más de tres años, el mercado lo convirtió en una realidad en sólo ocho meses.

En lo relativo al desempleo, el capítulo que menos mejora, el Ejecutivo pronosticó en su Programa de Estabilidad del año pasado una caída interanual del empleo del 3,4%, con una tasa de paro del 27,1%. Finalmente el descenso fue del 1,17% respecto a 2012, con un desempleo del 26,03% (EPA).

La cifra conocida ayer, del 25,93%, no avala, de momento, la recuperación del mercado laboral. España corre el riesgo de convertir aproximadamente cuatro millones de parados coyunturales en estructurales, y el relevo del sector inmobiliario por las exportaciones no será suficiente para que nuestro país tenga en 2015 menos desempleados que en 2011.