Jubilación
España enfila la cifra récord de 16 millones de personas inactivas
En la categoría se incluyen jubilados, estudiantes, incapacitados y aquellos que cuidan del hogar
En la categoría se incluyen jubilados, estudiantes, incapacitados y aquellos que cuidan del hogar.
La metodología del Instituto Nacional de Estadística (INE) define en la Encuesta de Población Activa (EPA) el término «inactivos» como la «población de 16 o más años no incluida en ninguna de las categorías anteriores». Éstas hacen referencia a los activos (personas de 16 años o más que durante la semana de referencia de la encuesta «suministran mano de obra para la producción de bienes y servicios o están disponibles y en condiciones de incorporarse a dicha producción). El concepto tiene dos subdivisiones: «ocupados» (los que han trabajado al menos una hora durante la semana de referencia a cambio de una retribución en dinero o especie) y «parados», aquellos que durante esa misma semana «han estado sin trabajo, disponibles para trabajar y buscando activamente empleo».
Pues bien, en abril, cuando el INE publique la EPA correspondiente al primer trimestre del año, el número de inactivos sobrepasará por vez primera los 16 millones de personas. Son el 41,2% de la población activa y el 34,2% de la población total. En los últimos doce meses (datos de diciembre), el número de inactivos subió en más de 112.000 personas. Entre 2016 y 2015, el incremento fue de 213.000. Hay más inactivos que asalariados, pero eso no es nuevo desde el año 2010, en que los que trabajan por cuenta ajena eran más que los que estudiaban, estaban jubilados, atendían las labores del hogar o tenían una incapacitación permanente. El dato añade una incertidumbre más al sombrío horizonte del sistema público de pensiones. De acuerdo con los datos del cuarto trimestre de 2017, la tasa de actividad española estaba en el 58,80%. La economía española lleva cuatro años de crecimiento del PIB continuado. Tres de ellos, por encima del 3%. El empleo ha ido en justa correspondencia con la actividad y ha crecido a, más o menos, idénticas tasas. Pese a ello, no ha podido evitar que el número de personas en edad de trabajar en relación con la población total siga bajando año tras año desde el último trimestre de 2008, cuando se alcanzó el 60,35% (a excepción de 2009, cuando bajó del 60%).
Antes de la crisis
De las 15.951.600 personas que están catalogadas por el INE como «inactivas», 6.237 millones (el 39%) son jubilados o prejubilados; 3,71 millones (el 23,24%), gente dedicada a las labores del hogar; 2,623 millones (el 16,44%), estudiantes; 1,713 millones (10,8%) perceptores de pensión distinta de la jubilación o prejubilación y 1,268, (7,95%), incapacitados permanentes. ¿Cómo era la fotografía antes de la crisis? Si se elige como referencia de la crisis la quiebra de Lehman Brothers (septiembre de 2008), a finales de ese año el número de inactivos era de 15.284.500, de los que 5,2 millones eran jubilados; 4,46 millones, amas de casa; 2,3 millones, estudiantes; 1,79 millones, perceptores de otra pensión diferente a la de jubilación y 1,16 millones, incapacitados. Hay pues un millón más de jubilados, 300.000 estudiantes más y 700.000 amas de casa menos.
Pensiones y actividad
Lo que más ha variado ha sido la tasa de paro. Casi 20 puntos porcentuales. En el segundo trimestre de 2012, España tocó suelo en materia de desempleo. La tasa de paro según la EPA llegó al 7,9%, lo que sirve para asegurar que el pleno empleo, que en los países desarrollados lo marca el 5% de desempleados sobre la población activa, en España está tres puntos porcentuales por encima. En el primer trimestre de 2013 llegó a situarse en el 26,94% de los ciudadanos en edad de trabajar, con más de 6 millones de personas sin posibilidad de trabajar. En diciembre del pasado año, la tasa quedó en el medio: 16,55%. Sólo Navarra baja del 10%, pero hay regiones como Extremadura o Andalucía que están en el 25,12% y 24,43%, respectivamente. Hay comunidades autónomas como Asturias o Galicia donde la tasa de actividad supera por los pelos la mitad de la población total. En esas condiciones, es prácticamente imposible mantener viable un sistema de pensiones en una población que envejece a pasos agigantados. Las pensiones absorben casi 140.000 millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado todos los años y el pago de las prestaciones por desempleo, 18.000 millones de euros, según las cuentas del pasado año.
En el pasado ejercicio, el desempleo descendió en 471.000 personas en términos de EPA y el empleo aumentó en 490.300 ocupados. El sistema se sustenta sobre la base de 18,998 millones de ocupados y unos activos (en los que se incluyen los parados) de 22,765 millones, sobre una población de 16 años o más que alcanza los 38,716 millones.
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