España
España sucumbe al pánico y se queda corta en la emisión de deuda
España ha sido hoy incapaz de sobreponerse al pánico que arrasa los mercados y no sólo se ha quedado corta en la emisión de obligaciones a largo plazo, que ha cerrado por debajo del objetivo previsto, sino que ha elevado al 2,227 % el interés aplicado al bono a diez años. El Tesoro ha colocado hoy 3,203 millones de euros, por debajo del objetivo máximo de la colocación, 3.500 millones de euros; de ellos, 2.151,901 han salido a diez años con un interés marginal del 2,227 %, superior al mínimo histórico del 2,086 % que se aplicó en octubre.
Los 1.051,442 millones de euros restantes han salido a quince años con una rentabilidad del 2,909 %, en este caso por debajo del 3,524 % anterior y el menor de la serie histórica.
El temor a una tercera recesión en Europa inundaba de pánico los mercados, y presionaba al alza la rentabilidad de la deuda de países periféricos de la zona del euro como España, Italia o Grecia, cuyo primer ministro amenaza con abandonar el plan de rescate.
Y este temor se ha notado no sólo en el repunte del interés que España ha tenido que aplicar a su emisión a diez años sino también en el volumen de solicitudes, que se han elevado a 4.933 millones de euros y han situado la ratio de cobertura, que es la proporción entre la demanda y el importe colocado, en 1,5 veces, inferior a la de subastas precedentes.
El estratega de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, señala que la demanda ha seguido siendo elevada, pero en esta ocasión menor que en otras ocasiones en términos relativos a lo normal: sin duda, el contexto de incertidumbre y mayor aversión al riesgo en los mercados ha pasado factura a los inversores.
Más rotundo se muestra el analista de XTB, Javier Urones, que asegura que ”esta vez no”.
El mercado de deuda se ha puesto serio y ha penalizado al Tesoro en su intento de captar capital; el pánico que inunda estos días los parqués se ha trasladado al mercado de renta fija, donde esta vez los inversores sólo tienen ojos para la deuda alemana, marcando mínimos históricos de rentabilidad.
Pese a que la deuda española ha ganado enteros en cuanto a fiabilidad este año en los mercados, añade Urones, ”no deja de ser deuda periférica, y a la hora de verdad los inversores se siguen mostrando muy poco receptivos”.
Las rentabilidades del bono español escalan hasta el 2,2 % cuando ”hace apenas unas sesiones amagábamos con romper a la baja el 2 %”; con todo, lo más negativo ha sido el hecho de que no se haya llegado a colocar todo el importe ofrecido, ”ya que ha habido unos 300 millones de euros que se han quedado en la recámara, probablemente porque las rentabilidades a las que se iban a colocar superaban con creces la lógica de esta situación”.
En el mercado secundario de deuda, la prima de riesgo de España acusaba tanto la decepcionante subasta del Tesoro como la inestabilidad de la renta variable, y llegaba a alcanzar en algún momento de la sesión 169 puntos básicos, su nivel más alto desde marzo y 33 por encima del cierre anterior.
El interés del bono español de referencia, cuyo diferencial con el alemán permite medir el riesgo país, ha llegado a superar hoy el 3,3, %.
El Tesoro tiene pendiente este mes una última emisión, de letras a tres y nueve meses, cuyo objetivo aún no se ha hecho público.
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