Economía
¿Estamos a las puertas de una nueva crisis mundial?
Las principales plazas bursátiles dan comienzo al año con severas caídas ante la crisis orquestada en la bolsa china. El exceso de intervencionismo del Gobierno chino queriendo limitar los movimientos de su bolsa ha tenido justamente el efecto contrario en los parqués y el principal selectivo chino firma caídas de doble dígito en apenas una semana. Un ejemplo más de que poner vallas al campo no garantiza tener más controlado al rebaño. Sea como fuere, lo cierto es que este experimento del Gobierno chino no ha podido llegar en peor momento. Tras un diciembre marcado por la huida de los inversores en renta variable ante la subida de tipos de la Reserva Federal, las bolsas comenzaban el año con una liquidez muy reducida, lo que ha provocado que estas caídas fuesen a su vez porcentualmente más grandes. Desde la barrera, muchos inversores posponen en este inicio de año sus compras ante la rebaja continua de precios que estamos viviendo. Muchos son los ojos que vigilan en este momento las principales plazas bursátiles buscando un guiño que pueda indicar el fin de las caídas.
Teorías sobre China
Volviendo al gigante asiático, esta semana hemos sido testigos de comentarios y teorías, algunas con mucho más fundamento que otras, sobre la viabilidad del crecimiento en China tras las caídas que está viviendo su principal selectivo. Una vez más, conviene saber diferenciar claramente entre lo que es la economía real, por un lado, y el comportamiento bursátil, por otro. Por poner un ejemplo, el año pasado nuestro país firmó un crecimiento superior al 3% y el paro bajó de un 23,7% a un 21,4%, triplicando la tasa de creación de empleo media en la UE. En ese mismo periodo, el Ibex 35 cayó más de un 7%. En el caso chino, la brecha entre economía real y mercados financieros, cotizando expectativas es, si cabe, mucho más significativa. La entrada masiva de particulares en el mercado chino genera que el comportamiento de su bolsa lo marquen inversores con muy baja experiencia, algo que en bolsa está comúnmente premiado con unos muy malos resultados. Sin negar que el crecimiento del gigante asiático a buen seguro no va a ser el de años anteriores, hay que recalcar que el rendimiento de la bolsa china no supone un indicador fiable de los fundamentales de esta economía, sino más bien un medidor del grado de especulación que tiene este mercado.
Petróleo
Desafortunadamente para los inversores, éste no es el único escollo que se están encontrando los mercados en este comienzo de año. El petróleo lleva ya bastantes meses sin recobrar el brillo que poseía allá por 2014. Los periodos de precios en los que el barril de Brent se pagaba en tres cifras han quedado relegados a los libros de historia. La aparición de nuevas tecnologías que mejoran la extracción de crudo, unido a la guerra interna desatada en la OPEP garantiza a buen seguro un ciclo económico de precios baratos para esta materia prima. En este juego de precios hay un claro ganador: Europa. Nuestro continente es uno de los principales importadores de esta materia prima, utilizada de forma casi exclusiva como combustible para el transporte. Esta rebaja de precios, desde 110 dólares a mediados de 2014 a los 34 que se pagaron en la jornada del viernes, ayuda enormemente a las economías del viejo continente para añadir unas décimas más a su crecimiento. Tanto es así que incluso miembros del Gobierno han dejado entrever que el ahorro energético para nuestra economía puede añadir hasta un punto porcentual al crecimiento de 2016. Los principales perjudicados en este juego son claramente los países productores. Estados Unidos, convertido recientemente en el principal productor a nivel mundial es, sin embargo, el menos perjudicado, puesto que su economía todavía sigue siendo deficitaria en este ámbito y necesita importar de fuera de sus fronteras el crudo necesario para equilibrar su gasto. Quien sin duda ha salido peor parada es la OPEP. La Organización de Países Exportadores de Petróleo ve cómo el objeto real de su fundación, el control de precios, se convierte prácticamente en una utopía. La gran diferencia que existe en el seno de esta organización entre los países de Oriente Medio, con un coste de extracción prácticamente nulo y el resto de miembros; genera que en este «dilema del prisionero» lo mejor para los países del Golfo Pérsico sea boicotear los acuerdos y robar cuota de mercado a sus propios socios dentro de la OPEP. Las recientes tensiones entre Arabia Saudí e Irán añaden más leña al fuego y distancian más las posturas, provocando que la palabra «organización» dentro del acrónimo de la OPEP pase a ser un mero adorno.
Indecisión
En este contexto, el mercado, acostumbrado a correr debajo de las faldas de los bancos centrales en cuanto acontecían caídas relevantes, se siente indeciso sobre qué rumbo tomar. Y es que precisamente los bancos centrales han redefinido estos años su papel con los mercados financieros dejando de ser meros árbitros de un partido para vestirse de corto y pasar a jugar ellos mismos. Salvo la Reserva Federal estadounidense, abocada a subir tipos de interés ante indicios de recalentamiento en su economía, el resto de las economías avanzadas sigue manteniendo a sus bolsas «enganchadas» a los estímulos financieros sin saber muy bien qué pasará cuando estos desaparezcan. Por todo ello este nuevo año que se nos presenta supondrá un importante examen para las principales economías del planeta en el que se conocerá si podemos ir desterrando ya la odiosa palabra «crisis» de nuestro vocabulario, algo que estoy seguro, no soy el único que lo desea.
*Analista de XTB
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