Fitch cree que la banca española sufrirá menos impagos este año

MADRID- El rescate bancario europeo de 41.300 millones de euros ha mejorado la liquidez del sector financiero español y la reforma financiera ha incrementado la calidad de los activos bancarios, pero la debilidad económica de España amenaza con provocar todavía algunos problemas a las entidades. Ésas son las principales conclusiones que James Longsdon, director gerente de Instituciones Financieras de Fitch, reveló ayer a Efe tras presentar la visión «negativa» de la agencia respecto al bajo ritmo de venta de viviendas de la Sociedad de Activos de Reestructuracion Bancaria (Sareb), el «banco malo».

«El pasado año se produjeron provisiones significativas –en el sector– para cubrir la exposición al mercado inmobiliario», señaló Longsdon, quien pronosticó que este año los impagos de créditos serán menores que los registrados el pasado ejercicio. No obstante, «Vemos riesgos en otras partes de los libros contables –de los bancos y cajas– debido a la débil situación económica», aclaró.

«Los mercados de financiación son un poco más fáciles, todavía bastante caros, y el perfil de liquidez ha mejorado», puntualizó Longsdon, para resaltar después que «algunos de los mayores bancos han devuelto ya partes importantes de las operaciones de refinanciación», la liquidez que les prestó el Banco Central Europeo (BCE) a las entidades con un vencimiento de hasta tres años.

Para la agencia, los bancos españoles e italianos tienen actualmente una situación negativa, en rojo o amarillo, aunque la capitalización no es tan mala, señaló ayer Longsdon. Los nórdicos, por su parte, son los mejor posicionados, en verde, y son los que deberán seguir prestando apoyo a los del sur.

Respecto al «banco malo» o Sareb, Fitch destaca en una nota que el ritmo de venta de viviendas es bajo y deberá «acelerarse» si quiere cumplir su objetivo de vender 42.500 viviendas en los próximos cinco años. El organismo que preside Belén Romana anunció la semana pasada que en los tres primeros meses del año logró vender 550 activos inmobiliarios, una cifra que «podría ascender hasta los 3.550», detalla la agencia.

Además, Fitch considera que la debilidad laboral y las restricciones que sufre la banca española para acceder al mercado de capitales dificultarán que el mercado residencial toque fondo a corto plazo. Los precios, por tanto, seguirán cayendo.