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Caso Bankia

Francisco González: «Bankia era el elefante en la habitación»

El presidente del BBVA, Francisco González, ha asegurado hoy que en mayo de 2012 la principal preocupación del sistema financiero era la situación de Bankia, hasta el punto de que ha expuesto gráficamente que esta entidad era "el elefante en la habitación".

Durante su declaración como testigo en la Audiencia Nacional ante el juez instructor del caso Bankia, Fernando Andreu, González ha dicho también que en esas fechas no le resultaron creíbles las cuentas que la entidad entonces presidida por Rodrigo Rato había presentado en marzo, que reflejaban unos beneficios de 309 millones.

Fuentes jurídicas han informado de que el responsable del BBVA ha relacionado las reuniones que los días 4 y 6 de mayo mantuvo en el despacho del ministro de Economía, Luis de Guindos, con éste, Rato y los presidentes del Banco Santander, Emilio Botín; y CaixaBank, Isidro Fainé; con la preocupación del sistema financiero por la situación de la entidad ahora nacionalizada.

González ha dicho que en esos encuentros expresó su opinión de que para atajar la desconfianza había que actuar con rapidez y que Bankia necesitaba una inyección "importante", que él calculaba en hasta 20.000 millones, frente a los 7.000 millones con los que Rato preveía solucionar los problemas de la entidad, si se excluye los 4.465 millones ya recibidos por el grupo.

Finalmente, los fondos destinados a Bankia fueron de unos 22.000 millones, lo que llevó a su nacionalización.

El presidente del BBVA, según las fuentes consultadas, ha dicho que Rato confiaba en los créditos fiscales como activos, pero que él no lo veía así, como tampoco le resultaban creíbles las cuentas de marzo de 2012, pese a que "la contabilidad es un chicle".

González ha justificado su desconfianza en las cuentas diciendo que el conjunto de los bancos estaba ya sufriendo en sus resultados las consecuencias de la crisis.

También ha asegurado que tras la primera reunión celebrada el 4 de mayo, los cinco volvieron a verse dos días después porque había "diferencias"entre lo que pensaba el presidente de Bankia y lo que sostenían sus interlocutores.

Rato presentó su dimisión al día siguiente de esa segunda cita, pero el testigo ha asegurado que en la misma no se habló en ningún momento de su renuncia -ha asegurado que le sorprendió y que se enteró por la prensa- ni de quien poco después le sustituyó, José Ignacio Goirigolzarri.

No obstante, y preguntado por qué Rato parecía resistirse a aceptar una inyección de fondos superior a la que él planteaba, González ha dicho que su "opinión personal"es que pensaba que, si el plan que había presentado al Banco de España se aprobaba, tendría alguna oportunidad de seguir al frente de la entidad.

El presidente del BBVA, que ha sido el más crítico con Rato, también ha señalado que no sabía qué esperaba el Banco de España de Bankia, que el 17 de abril había dado el visto bueno a su primer plan de capitalización, aunque también le pidió algunas actuaciones complementarias.

González ha añadido en este sentido que no le sorprendió que el regulador no estuviera presente en las reuniones, ya que su posición era muy distinta de la que mantenían las autoridades económicas y los propios mercados.

El testigo, que ha dicho que los problemas de Bankia databan de tiempo atrás y que las expectativas que existían en el verano de 2011 -cuando el debut bursátil- ya no eran las mismas en enero del año siguiente, ha afirmado también que las operaciones de fusión que se estuvieron barajando no eran viables y que no hubieran resuelto el problema.