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Fuerte reacción

La Razón
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La devaluación del yuan por parte de China se ha llevado a cabo por dos razones. La primera es que China se ha dedicado durante bastante tiempo a la liberalización de su política de tipo de cambio con el fin de ampliar el uso del yuan en las transacciones financieras globales con los socios comerciales. El gigante asiático ve la inclusión del yuan en los Special Drawing Rights (SDR) del Fondo Monetario Internacional (FMI) como piedra angular en este proceso para seguir avanzando hacia un mayor uso del yuan y el poder financiero y político que acompaña a éste traería.

El FMI, que tomará la decisión de incluir o no al yuan en la cesta de los SDR a finales de este año, ha planteado la falta de fluctuaciones determinadas por el mercado como, al menos, una objeción fundamental en la inclusión del yuan. Si el yuan es incluido en los SDR elevaría notablemente el estatus del mismo en los acuerdos comerciales y podría hacer que los gestores de reservas de todo el mundo estuvieran cada vez más dispuestos a mantener algunas de sus reservas en yuanes.

La segunda razón de este movimiento por ahora es que la economía del gigante asiático está sufriendo claramente un ataque de debilidad. En respuesta a la fuerza del año pasado del yuan tras la fortaleza del dólar, ahora China quiere un pedazo de la acción en las guerras de divisas mundiales que han visto devaluaciones monetarias de todo el mundo desde la crisis financiera global.

Los últimos datos de negociación de julio de China sugieren que la demanda de exportaciones estaba al borde del precipicio y una moneda más débil podría ayudar a aliviar la presión sobre el sector exportador y las presiones deflacionarias domésticas para respaldar a la economía. El mercado ha reaccionado a la devaluación del yuan mediante la compra de euros y la venta de dólares, ya que prevé que la decisión de China de devaluar su moneda corre el riesgo de exportar una nueva ola de deflación a todo el mundo, lo que posiblemente haga descarrilar la intención de la FED de subir las tasas este año. Esta situación es incómoda para Europa, que está viendo cómo el euro coge fuerza, lo que podría significar que se redujeran los ingresos de exportación a China, ya que los productos europeos saldrán más caros por las presiones deflacionistas que los productos chinos, que serán más baratos.

*Jefe de Estrategia de Divisas de Saxo Bank