Comisión Europea
Guerra abierta en la UE por el cargo de súperministro de Finanzas
Francia y Portugal lanzan a sus candidatos, mientras Dijsselboem quiere agotar mandato.
Francia y Portugal lanzan a sus candidatos, mientras Dijsselboem quiere agotar mandato.
La batalla ha comenzado. En su discurso sobre el Estado de la Unión, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, propuso al existencia de un nuevo superministro de Finanzas europeo. El propósito del Ejecutivo comunitario es que este nuevo puesto esté ostentado por el comisario de Asuntos Económicos que sea asimismo vicepresidente el Ejecutivo comunitario y presidente del Eurogrupo. Una iniciativa que va tomando cuerpo justo cuando empieza la cuenta atrás en el puesto de Jeroen Dijsselbloem. Un lapso de tiempo más largo del esperado, ya que todo indica que el holandés agotará su mandato hasta mediados de enero, a pesar de que previsiblemente los socialdemócratas holandeses quedarán fuera del Gobierno presidido por Mark Rutte y cuya nueva coalición podría estar casi lista tras seis meses de cábalas.
«En la situación actual todavía soy ministro de Finanzas y presidente del Eurogrupo. Mi intención es completar mi mandato en cualquier circunstancia», aseguró ayer Dijsselbloem en la reunión de los ministros de Economía de la zona euro celebrada en Tallin (Estonia). El político holandés siempre ha contado con el respaldo de Alemania, a pesar de sus declaraciones sobre los países del Sur, a los que acusó de gastar el dinero en «alcohol y mujeres» para pedir dinero prestado. La campaña desatada por parte de España, Portugal y el Europarlamento para forzar su dimisión no ha sido suficiente. «Tenemos un gran presidente del Eurogrupo», aseguró ayer el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.
Si logra permanecer en el puesto estos meses, su sueldo quedaría directamente sufragado del fondo de rescate permanente (MEDE). Un posible precedente sobre la situación del futuro superministro de Finanzas. Francia ambiciona el cargo. Su ministro de Economía, Bruno Le Maire, está en campaña y Moscovici tendría muchas papeletas si al final se cumplen los designios de Juncker. En liza, también el ministro de Portugal, el socialista Mário Centeno. España parece haber renunciado a la presidencia del Eurogrupo (previsiblemente para un socialista o un liberal, ya que los conservadores copan las presidencias de las tres principales instituciones europeas) y da por seguro su puesto en 2018 en la cúpula del BCE para sustituir a Viktor Constancio.
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