Opinión

Haz tu trabajo, sin excusas

Los deberes que traerán resultados no salen a la primera, y hay que seguir buscando respuestas

Dejar de poner excusas y hacer el trabajo». Esta es la receta del éxito, según el economista Paul Romer.
Dejar de poner excusas y hacer el trabajo». Esta es la receta del éxito, según el economista Paul Romer. larazonDreamstime

«Dejar de poner excusas y hacer el trabajo». Esta es la receta del éxito, según el economista y Vicepresidente Senior del Banco Mundial (2016-2018), Paul Romer. Tuve el placer de escucharla de primera mano en el World of Business Forum de Nueva York (WOBI). El economista, co-receptor en 2018 con el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel y Profesor Universitario de Economía en NYU explicaba a la audiencia la «fórmula» para liderar con éxito en tiempos actuales. Esta afirmación generó cierta inquietud entre los oyentes, en su mayoría CEOs y figuras directivas, puesto que esperaban más una explicación gráfica sobre la compleja situación económica mundial que un "call to action" a la responsabilidad.

Aunque, en realidad, dirigía esta afirmación especialmente a cargos políticos («alguien tiene que asumir la responsabilidad de las cosas»). «Cuando eres un líder no has de poner excusas, simplemente has de hacer tu trabajo». Pero me pareció interesante el concepto y por mi experiencia asesorando compañías en la potenciadora de negocio Pitaya, aplica a la perfección a empresas y sus figuras directivas. Parece obvio, pero: ¿quién va a asumir responsabilidades si no es líder quien lo hace?.

Pero, ¿qué sucede cuando se asume la responsabilidad, pero, no está claro cuál es ese trabajo que llevará a la resolución de la situación? Existen dos conceptos que son de utilidad.

El primero es comprender que hacer el trabajo pasa por «hacer los deberes». Pero, «hacer los deberes» tiene matices, claro.

En primer lugar, porque hay que saber qué deberes llevarán a la compañía al escenario deseado. Porque hacer los deberes no es trabajar mucho, es hacerlo en la dirección idónea, tocando las teclas adecuadas.

En segundo lugar, porque el valor de los deberes no siempre está en hacerlos en sí, (getting things done) sino en ser capaces de absorber los aprendizajes que se derivan.

Y, en tercer lugar, porque a veces los deberes que traerán resultados no salen a la primera, y hay que seguir buscando respuestas. Recuerda la última vez (probablemente cada semana) que os tocó hacer los deberes: saber qué deberes y aplicarlos en la dirección adecuada, absorber el conocimiento que se deriva de hacerlos y, cuando no salen los resultados (o incluso cuando salen), seguir mejorando y buscando respuestas. No es solo un tema de rendimiento, es también un tema de mentalidad.

El segundo es recordar que, como decía Einstein (y sí, la afirmación no es nueva, pero, sigue siendo aplicable): «Ningún problema puede ser resuelto en el mismo nivel de conciencia en el que se creó».

De hecho, y volviendo a Romer, en su Teoría de Crecimiento Endógeno se demuestra matemáticamente cómo la acumulación de conocimiento genera crecimiento económico en el largo plazo. Para ser exactos, no solo el conocimiento: también el capital humano y la innovación.

Por lo tanto, cuando para hacer el trabajo y subir el nivel de conciencia falta inspiración o ideas, no temer salir fuera, asesorarse, incorporar nuevos estímulos (tomar decisiones no es cuestión de tiempo, sino de información), leer, formarse e, incluso, descansar. Y usar toda esa nueva información, no para poner excusas, no. Si no, sencillamente, para hacer el trabajo.

«No excuses. Do your job», que decía Paul Romer.

Verónica Ferrer Moregó es profesora de EAE Business School y partner de Pitaya