‘Headhunters’: profesionales de moda

Escarlata Loncán, Directora General de Padula & Partners recorre el mundo de los cazatalentos, personas dedicadas a localizar perfiles muy específicos y nos explica qué es lo que se busca en un talento. Y no todo es curriculum.

Si hay una profesión cada vez más presente en la economía contemporánea y globalizada en la que nos ha tocado vivir es la de los llamados ‘headhunters’, o ‘cazatalentos’, en su traducción casi literal del inglés. Aunque parezca una paradoja, en tiempos de crisis como los que acabamos de dejar atrás, con unos elevadísimos niveles de paro, cada vez son más las empresas que recurren a los servicios de agencias y consultorías externas para que les ayuden a reclutar a directivos cualificados o trabajadores muy especializados. Lo hacen, sobre todo, por razones de confidencialidad pero también de eficacia. Téngase en cuenta que toda gran empresa o multinacional cuenta con unos departamentos de Recursos Humanos muy competentes pero que no siempre están preparados para atender demandas como las descritas.

QUIÉNES SON Y QUÉ HACEN

Pero... ¿qué es, exactamente, un ‘headhunter’? Por simplificar podríamos decir que se trata de personas especialmente preparadas y con una red de contactos inmensa para localizar perfiles muy específicos y de gran calidad dentro del mercado laboral. Visto desde otro punto de vista, podríamos definirlos como ‘intermediarios de lujo’, entre directivos o grandes profesionales y las empresas que los demandan. Nos aporta esta definición Escarlata Loncán, Directora General de Padula & Partners, perteneciente a la red internacional IRC, con más de 53 oficinas repartidas por todo el mundo. Se trata de una de las firmas más reputadas de nuestro país con más de veinte años de experiencia en el sector y que, en su propia carta de presentación en su portal web, define el valor añadido su trabajo como el aporte de un íntimo conocimiento de los profesionales más cualificados del mercado en todas sus áreas de actividad económica o de especialización técnica. Son firmas en las que se conoce a las personas, el estado de sus carreras, sus principales ventajas y sus más específicas habilidades. Consultoras de un altísimo nivel que se encargan de que el encaje de cada ejecutivo en un nuevo entorno profesional vaya más allá de la simple adecuación persona-puesto.

Para Loncán, “recurrir a un ‘headhunter’ tiene una especial justificación en dos escenarios: el primero, cuando nos referimos a primeras y segundas líneas directivas. El segundo está referido a la búsqueda de perfiles muy complejos técnicamente hablando, o cuya captación requiera una especial confidencialidad por motivos estratégicos. En todos estos casos aportamos experiencia, agilidad y contactos, factores todos ellos clave para completar la búsqueda en la mitad de tiempo que invertiría un departamento de Recursos Humanos interno de la propia empresa”.

NO ES SOLO EL CURRICULUM

Uno de los aspectos que cualquier ‘cazatalentos’ deja muy claro desde el principio es que sus motivaciones a la hora de encontrar el perfil adecuado no son las que tradicionalmente vería un entrevistador corriente.

En palabras de Escarlata Loncán: “un magnífico profesional puede presentarse rematadamente mal a través de un currículum mal hecho. Por la misma razón, tres excelentes currícula, tras entrevistar a los respectivos candidatos, pueden significar poco más que humo. Los profesionales damos mucho valor a los aspectos emocionales. Es una de nuestras principales áreas de especialización y le prestamos una atención muy especial”.

Tal vez haya algo de mito pero no exageramos mucho si decimos que un ‘headhunter’ es alguien capaz de valorar con una exactitud rayana casi en la perfección el físico y la actitud de un candidato. Perfiles de entre veinticinco y cincuenta y tantos años no tienen apenas secretos para profesionales curtidos en decenas de miles de entrevistas a lo largo de su vida. ¿Sabe siempre un ‘cazatalentos’ cuando tiene delante a un lobo o a un cordero? ¿A un ‘vendedor de humo’ o a un ‘diamante en bruto’? Pues casi siempre, sí...

Para Escarlata Loncán, “un perfil de alto potencial, que es lo que cotidianamente se denomina un ‘diamante en bruto’, no es tanto aquel con mayores cualificaciones, postgrados o idiomas, que también, sino aquel que demuestre más dinamismo, más proactividad y más curiosidad. No es solamente una cuestión de ambición personal, va más allá: el interés, la energía y la ganas de ‘comerse el mundo’, es algo que nosotros detectamos ya desde una primera toma de contacto”

NO HAY FUGA DE CEREBROS

¿Cómo ha afectado la crisis a los profesionales y por qué no decirlo, a quiénes han hecho ‘de-la-búsqueda-de-profesionales-su-profesión’?, valga el juego de palabras. Expresado de otra forma: ¿existe o ha existido en realidad en España esa famosa ‘fuga de cerebros’ de la que todo el mundo habla?. Según Loncán, “se está revirtiendo la situación. En el momento más crítico de la crisis sí que se detectó una gran salida, especialmente de perfiles jóvenes, los de más potencial, buscando oportunidades fuera de España. Pero en los últimos dos años estamos viendo como el mercado local está absolutamente en marcha, generando excelentes oportunidades para el que tenga el interés, la preparación y las ganas de aprovecharlas”. Ojo al parche pues para todos aquellos que accedan en este momento al mercado laboral o para quienes quieran dar un giro a sus carreras.