Industria improvisa una subida de la luz del 2,3%

El Consejo de Ministros ha aprobado un decreto ley por el que el precio de la luz subirá un 2,3 por ciento a partir del 1 de enero del próximo año.

Sin demasiado margen de maniobra tras la anulación la pasada semana de la vigesimoquinta subasta eléctrica –que hubiera supuesto una subida del recibo del 11%– entre acusaciones ahora matizadas por Industria de que se alteró y manipuló al alza el precio de la energía, el Gobierno decidió ayer improvisar una subida del recibo que beneficia a los consumidores y a la producción industrial, pero que establece un precio del suministro muy por debajo del coste real de la energía, según alertan fuentes del sector.

El informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ofreció al ministro del ramo, José Manuel Soria, presentar dos opciones al Consejo de Ministros celebrado ayer. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, decidió finalmente una subida del recibo de la luz del 2,3% a partir de enero y exclusivamente para los tres primeros meses del año. Una solución provisional, que genera aún más incertidumbre sobre lo que ocurrirá en marzo, en una nueva vuelta de tuerca a la reforma eléctrica inconclusa presentada en julio y que hoy entra en vigor.

El alza se explica por el consabido incremento de los peajes –el único tramo que regulaba hasta ahora el Gobierno– para hacer frente a la amortización de los 3.600 millones de déficit correspondientes a los diez primeros meses de 2010. Un déficit que vuelven a financiar las eléctricas por mandato del Ejecutivo al no quedar absorbidas por los Presupuestos de 2014, como se había comprometido inicialmente el Ministerio de Industria. El incremento del tramo regulado supone un alza del 0,9% en el recibo.

La otra parte de la factura, el tramo «liberalizado», es sobre la que el Gobierno decidió ayer aplicar una subida del 1,4% en el recibo. Total: un 2,3% aprobado por real decreto-ley .

El Consejo de Ministros decidió descartar la otra sugerencia de la CNMC, que hubiera implicado un encarecimiento del recibo de la luz próximo al 3,8%.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, explicó que, durante los tres meses de vigencia de esta tarifa, el Gobierno establecerá un nuevo mecanismo definitivo en línea con las recomendaciones hechas ayer por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Rajoy admitió durante su comparecencia en Moncloa que, en estos dos años de legislatura, «quizá» el tema más complicado a resolver de los que se encontró el Gobierno fue la reforma del sector eléctrico y aprovechó para recordar que cuando el PP ganó las elecciones generales de 2011 el déficit de tarifa era de 26.000 millones y que si no se hacía nada la previsión era que creciera anualmente en 10.000 millones.

Hasta el ecuador de la legislatura –prosiguió– se han tomado decisiones «muy importantes y nada fáciles» para reformar todas las actividades reguladas del sector y se ha conseguido terminar para 2014 con un déficit que «llevaría a la quiebra» al sistema. Ahora queda la parte liberalizada, ha precisado Mariano Rajoy, en referencia a la «polémica» que se ha suscitado sobre la citada subasta eléctrica de la semana pasada.

El presidente negó que la anulación de la subasta y la actual decisión del Gobierno sobre el precio de la luz afecte a la independencia de la CNMC. Rajoy ha advertido además de que tener la electricidad más cara de Europa es «malo» para la competitividad y para la creación de empleo, ya que es uno de los costes más importantes para las empresas. En este sentido, remarcó que España es un país que puede producir el doble de energía eléctrica de la que puede consumir y a pesar de eso la luz ha subido algún año por encima del 6%, lo que a su juicio no tiene «explicación». Por último, Rajoy aseguró que la fijación de la tarifa por real decreto-ley no supondrá generar más déficit de tarifa en el sistema.

La subida del 2,3% en enero implicará un alza de entre el 0,1% y el 0,2% para una familia media con dos hijos, mientras que las segundas residencias pagarán un 5% más, según desglosaron fuentes de Industria de acuerdo al peso de la parte fija de la tarifa, asociada a la potencia, frente al menor peso de la variable, relacionada con el consumo.

Desde marzo, Industria pretende reimplantar un mecanismo de mercado, que seguirá consistiendo en subastas y que tendrá una vigencia trimestral, como hasta ahora, aunque con retoques (distintas coberturas, productos y plazos) para evitar que en un solo día se fije el precio que tendrán que pagar 16 millones de consumidores en todo un trimestre.

Refacturación o más déficit

Aunque el presidente del Gobierno descartó que la imposición del precio de la energía implique generar más déficit de tarifa, el sector considera que se ha «intervenido» la parte liberalizada del recibo y que la subida del precio de la energía para los tres primeros meses del año estará «pero muy por encima del 1,4%» establecido por el Ejecutivo. Según las fuentes consultadas por este diario, eso implica que ya no sólo se genera déficit en la parte regulada sino también, y por primera vez, en la liberalizada, lo cual es «inaudito». Las estimaciones apuntan a que, descontados los costes de cobertura en la subasta anulada, el precio de la energía habría empujado a un encarecimiento del recibo cercano al 8%. En cualquier caso, Industria reconoció ayer que cualquier desviación que se produzca será refacturada en marzo, lo que implica que los consumidores deberán pagar el precio real de la energía por mucho que el Gobierno la haya subido por ahora el 1,4%.