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Javier Sierra: Mi secreto

Javier Sierra: Mi secreto
Javier Sierra: Mi secretolarazon

De tarde en tarde algún joven con mirada inquieta se me acerca y me pregunta por cuál es el secreto de mi éxito. Sospecho que lo hace fascinado por las cifras y los titulares: mis obras se publican en más de 40 países, algunas de ellas han entrado con fuerza en las listas de ventas de países tan dispares como Estados Unidos, Grecia, Canadá o Italia, y no hay día en el que algún periódico me mencione como uno de los «bestsellers» españoles por excelencia. Yo suelo sonreírle tratando de ser amable y entonces le traslado una pregunta: «Y tú, cuando eras niño, ¿qué querías ser?». No se trata de una cuestión baladí. Sé que los ojos de la infancia son los que persiguen los fines menos contaminados de nuestra vida. Ahí no hay intereses ni presiones sociales. No existe aún la abrumadora tensión de tener que ganarnos la vida. Es una pregunta a la que respondemos en una etapa en la que lo más importante son las ideas.

El joven al que dirijo mi cuestión suele titubear desconcertado. Con suerte balbucea alguno de los imposibles de la primera infancia – «astronauta», «futbolista»...– y entonces le presiono para que avance algo más en su biografía. Cuando llega a su memoria de los 12 o los 13 años localiza algún que otro sueño que dejó arrinconado. Si, con suerte, responde «escritor» entonces le confío mi secreto: «el éxito es la confianza. Es la que te hará trabajar sin denuedo, sin esperar la recompensa inmediata, cortoplacista. Es la que no te hace equivocarte de carrera porque quieres ser rico o trabajar poco. Saberse en el camino correcto, tener fe en tu destino, es lo que te más te hace avanzar».

Su desconcierto se multiplica. Lo veo en su rostro. Acostumbrado a una sociedad que premia lo instantáneo y que carece de fe, el joven piensa que le tomo el pelo. Ignora que mis primeros escritos los publiqué en fotocopias y los regalaba a los amigos. Que las editoriales que hoy me publican (o quisieran hacerlo) rechazaron una y otra vez mis manuscritos. Y que la primera vez que estuve en la Feria del Libro sólo dediqué mi primer texto a familia y amigos.

«Y también entonces confié en mi voz», le explico. «Estaba seguro de que tenía algo que compartir. ¡Lo sabía desde niño! E insistí».

«¿Y eso basta?», me replica cargado de escepticismo (mala cosa).

«Bueno... Yo nunca he perdido de vista a ese niño que fui. Ni pienso hacerlo. Pero tú decides».

«EL MAESTRO DEL PRADO»

Javier Sierra

Editorial Planeta

350 páginas. 9,95 euros