Hipotecas

La banca empieza a abrir el grifo del crédito al consumo

La banca empieza a abrir el grifo del crédito al consumo
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¿No hay crédito porque no existe demanda solvente o no hay demanda porque la oferta es inexistente? Despejar esa incógnita mantiene un debate que no termina de cerrarse a pesar de la mejoría de algunos de los principales indicadores de la economía española en los últimos trimestres. Aunque será casi imposible regresar a los niveles de créditos previos al estallido de la crisis financiera, los datos del Banco de España confirman que algo está empezando a cambiar. De acuerdo con la última actualización del Boletín Estadístico del instituto monetario, durante el mes de julio se concedieron 1.316 millones de nuevos créditos y préstamos a los hogares españoles, una cifra que supone un incremento del 41,96% en relación con el mes de enero y un nivel muy similar al registrado en el mismo mes de 2011.

Lenta vuelta a la normalidad

La cifra del mes de julio –último dato publicado, no es un hecho aislado–. Las nuevas operaciones de crédito con los hogares llevan creciendo desde el mes de febrero de forma consecutiva, a tasas intermensuales de entre el 5 y el 12%. Todo hace pensar que después de que los bancos hayan estabilizado sus balances y reducido notablemente las necesidades de provisiones para fallidos las operaciones vayan regresando poco a poco a la normalidad, que tendrá que estar en un término medio entre la burbuja financiera previa a 2008 y el suelo registrado en los meses de enero y septiembre de 2012, cuando únicamente se concedieron 902 millones de euros en créditos al consumo. Caso contrario es el que se aprecia en los créditos hipotecarios, que tocaron techo en diciembre del pasado año, cuando se concedieron 5.292 millones de euros, coincidiendo con el final de la desgravación fiscal a la compra de vivienda decidida por el Gobierno de Mariano Rajoy. De esa cifra se ha pasado a alrededor de 2.000 millones de euros mensuales.

El excesivo endeudamiento de familias y empresas es la principal causa de que el crédito se haya reducido de una forma espectacular desde el comienzo de la crisis. Tanto unas como otras prefieren saldar las deudas pendientes a costa de limitar sus gastos. Las entidades financieras, cuyo nivel de solvencia obligó a España a firmar un programa de asistencia con la Unión Europea por un importe de hasta 100.000 millones de euros que ha sido utilizado en un 50% sólo, han cerrado prácticamente sus puertas a hogares y pequeñas y medianas empresas que no acreditaran una solvencia sin parangón. Las cifras hablan por sí mismas. En 2008, las entidades de crédito españolas concedieron un total de 41.960 millones de euros, una cifra que impresiona si se tiene en cuenta que se formalizaron créditos para la compra de viviendas por valor de 87.093 millones, cuando la burbuja inmobiliaria no había estallado aún.

Desplome histórico

Ahora, unos años después, el panorama ha cambiado radicalmente. El pasado año, las familias españolas «recibieron» de los bancos apenas 12.811 millones para adquirir sus automóviles, ordenadores personales o televisores de alta gama. La cifra es un 69,5% inferior a la de 2008 y es la consecuencia de una caída vertiginosa en estos últimos años. Es decir, la concesión de dinero se ha reducido a la tercera parte en apenas cuatro años.

En los siete primeros meses de este año las entidades de crédito han concedido a las familias españolas un total de 7.887 millones de euros, un 2,9% más que en el mismo periodo del pasado año (7.663 millones).

Los créditos destinados a otros fines diferentes de la compra de vivienda y el consumo también han mejorado en los meses que van transcurridos del año. Según el Banco de España, en el mes de julio se han concedido más de 1.554 millones de euros, la mayor cifra de 2013, que comenzó con 1.197 millones. La tendencia mensual es al alza.

La concesión de nuevos créditos y préstamos ha ido acompañada de una subida de los tipos de interés que tienen que pagar los ciudadanos. Un crédito al consumo tiene un tipo medio ponderado (en julio) del 9,24%. Durante el pasado año el interés era del 7,76% y del 6,92% en el año 2010.

En el caso de los préstamos hipotecarios, el tipo ponderado de interés era del 3,00%, un porcentaje que ha permanecido estable desde comienzos de este año. Si el plazo es a más de diez años, lo que equivale a hablar de la mayoría de este tipo de préstamos, el tipo de interés sube al 5,77%. Hay que tener en cuenta que el euribor, el indicador al que están referenciados las hipotecas a tipo variable, cerró el viernes en el 0,551%.