Unión Europea

La CEOE llevará a la cumbre antiparo el contrato a tiempo parcial para jóvenes

La Razón
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Urge buscar soluciones para el grave problema del desempleo en España, pero la última propuesta que ha puesto encima de la mesa el comisario europeo de Empleo, Lászlo Ándor, el contrato único, no tiene pinta de que vaya a estar entre las elegidas.

Urge buscar soluciones para el grave problema del desempleo en España, pero la última propuesta que ha puesto encima de la mesa el comisario europeo de Empleo, Lászlo Ándor, el contrato único, no tiene pinta de que vaya a estar entre las elegidas. De poco menos que de «ocurrencia» la tildó ayer el presidente de la CEOE. «Me parece una propuesta muy atrevida», terció Juan Rosell en torno a la polémica creada por la sugerencia de Ándor. En un mercado laboral como el español, con un sector servicios y agrícola muy potentes, pero que sólo contratan en determinadas temporadas, «no se puede tener un sólo modelo de contrato», destacó el dirigente de la patronal durante un desayuno informativo organizado por Europa Press.

Alternativas

A Rosell le chocó que se haga una propuesta de un tipo de contrato del que, según dijo, no tiene constancia que exista en otros países de la UE. «Me gustaría saber si existe en algún país del mundo», se preguntó el presidente de la patronal, que propuso como soluciones alternativas para rebajar la tasa de desempleo juvenil los contratos a tiempo parcial o los «minijobs», de los que dijo que, aunque no sean la solución idónea, son preferibles a que los jóvenes no trabajen. Precisamente, a la reunión a la que el jueves ha convocado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a patronal y sindicatos, Rosell llevará la petición de que se impulsen estos contratos a tiempo parcial para jóvenes. La patronal maneja una encuesta interna según la cual el 90,7% de los encuestados prefiere tener un contrato a tiempo parcial antes que estar en el paro.

Rosell acudirá a la reunión de mañana con intención de aunar voluntades. En situaciones excepcionales se requieren medidas igual de excepcionales. Y la que vive España, lo es. Por eso, en un momento en que Gobierno y oposición parecen a años luz de alcanzar acuerdo alguno, se necesitan puntos de acuerdo. Ése es, groso modo, el espíritu con el que asiste el presidente de la CEOE, que ante lo delicado de la situación económica española pidió «remar todos juntos» y alcanzar consensos.

Lo que Rosell espera del encuentro con Rajoy y los sindicatos es que se puedan «intercambiar opiniones y decir lo que se piensa». «Es hora de poner alternativas encima de la mesa», aseguró. Eso sí, con la calculadora en la mano porque, como detalló en un prolijo relato de lo que ha sido la crisis y de los errores que España ha cometido –falta de moderación salarial, un servicio público de empleo inadecuado o crédito barato y abundante mal digerido–, la situación es muy delicada y el dinero precisamente no sobra. Ni siquiera ahora que la prima de riesgo ha mejorado cree Rosell que sea el momento de desviar el dinero que el Estado se ahorrará en los intereses de la deuda para acometer inversiones. Si se hacen, dijo, deben ser puntuales y efectivas. La prioridad, enfatizó, es el déficit. «El problema del déficit hay que cuadrarlo aunque sea a martillazos, aunque implique hacer cosas desagradables. No hemos sido capaces de controlar el gasto en los últimos años y ahora tenemos una deuda que hay que pagar», afirmó.

Para que las empresas vuelvan a carburar y las cuentas empiecen a cuadrar, Rosell pidió para empezar una simplificación de las administraciones públicas. Hay, dijo, «demasiadas leyes y las cambiamos mucho», por lo que pidió aligerar la carga y hacerla menos compleja. «Debemos consolidar impuestos porque no puede ser que cambien cada año», aseguró.

Más crédito

La falta de crédito es otra de las grandes barreras para los empresarios. Visto que, según Rosell, la inflación no parece en el momento actual un problema, puede que sea buen momento para estudiar cambios en los estatutos del Banco Central Europeo (BCE). «Es tan importante su figura para garantizar la liquidez que habría que analizarlo», se planteó el presidente de la CEOE. «El BCE debería ser más imaginativo y arriesgado porque la inflación ya está controlada», remachó.

Rosell también insistió en sus quejas sobre las estadísticas del desempleo que elabora el INE. En su opinión, es necesario actualizar su metodología porque, como el propio instituto ha reconocido, hay aspectos mejorables, y puso como ejemplo las prejubilaciones. A diferencia de otros países, en España estos retiros se contabilizan en las estadísticas del paro y, si se excluyeran, habría 300.000 personas menos en los registros, con lo que los datos, de cara al exterior, mejorarían de forma sensible.