Bolsa

La crisis de Chipre genera incertidumbre, pero no pánico en los mercados

El Ibex llega a caer un 3,1% y el bono se encarece al 5,08% en la apertura. Wall Street y los planes para suavizar la quita aplacan a los inversores

La crisis de Chipre genera incertidumbre, pero no pánico en los mercados
La crisis de Chipre genera incertidumbre, pero no pánico en los mercadoslarazon

El Ibex llega a caer un 3,1% y el bono se encarece al 5,08% en la apertura. Wall Street y los planes para suavizar la quita aplacan a los inversores

El polémico rescate de Chipre cayó como una losa sobre la confianza de los inversores en los primeros minutos de negociación, que provocaron un descenso superior al 3% en el Ibex 35 y abultadas caídas en el resto de grandes índices europeos. El interés del bono español a diez años escaló hasta el 5,08%, lo que llevó la prima de riesgo de invertir en nuestro país hasta los 377 puntos básicos. Durante la jornada, los políticos europeos abrieron la puerta a suavizar la quita de depósitos a los pequeños ahorradores y Wall Street no debutó con caídas abultadas, por lo que el mercado europeo no se dejó llevar por el pánico de otras ocasiones y despidió la sesión cerca de máximos intradía.

Lo peor pasó, y el principal índice del mercado nacional se dejó un 1,29% al cierre, la mayor caída de entre los grandes selectivos europeos. El rendimiento del bono nacional a una década se relajó hasta el 4,96%, un 0,85% por encima del viernes, y la prima de riesgo se quedó en 355 puntos básicos lastrada por el «bund» germano, que volvió a actuar como imán de la seguridad soberana y se abarató al 1,41%.

Europa cae menos que España

El resto de Europa reaccionó igual, con los principales retrocesos en el sector financiero aunque con caídas generales menos abultadas que la sufrida por el Ibex 35. En el mercado de deuda soberana, Italia despidió la jornada con una prima de riesgo de 322 puntos, 33 por debajo de la española, con el interés de su bono en el 4,63%. Portugal , por su parte, despidió la jornada con un diferencial de 463 puntos frente a Alemania.

La situación de Chipre genera incertidumbre, pero sin llegar a niveles extremos. No en vano, el país representa apenas un 0,5% del total de la economía de la eurozona. El principal problema al que se enfrenta el mercado es el efecto contagio de la quita de depósitos y su impacto directo en la unión bancaria que llevan pregonando más de un año los «capos» de la moneda única.

Según JPMorgan, la incautación de ahorros en la banca chipriota «impacta de forma directa en el proyecto comunitario de protección de depósitos, uno de los principales capítulos de la unión bancaria». Además, este precedente podría dar lugar a «fuertes fugas de capitales» en el futuro, según un analista de la entidad. Si existe la más remota posibilidad de que los depósitos de otros países sufran quitas, los ahorradores sacarán su dinero de la banca.

El departamento de análisis de Morgan Stanley, por su parte, considera que el próximo producto que podría sufrir el «celo» del mercado es la deuda bancaria, por su conexión con los depósitos, y prevé más «caídas en los mercados a corto plazo». Por último, Barclays se mostró más cauto al afirmar que el «riesgo de fuga de capitales es menor que si la decisión se hubiera tomado en un momento anterior».

La agencia de calificación crediticia Moody's también advertido ayer de que la quita a los depósitos bancarios acordada por el Gobierno de Chipre con la troika –CE, BCE y FMI– tiene «implicaciones negativas» para los bancos europeos. «Supone un paso significativo hacia la limitación o la supresión del apoyo sistémico a los bancos en Europa», señaló.

La realidad es que el movimiento tiene también un carácter político. Angela Merkel se juega la reelección y el coste de rescatar a los «vecinos derrochadores del Sur» con capital público es ya muy alto, tanto en millones de euros como en intención de voto. De ahí que la canciller quiera que sean los ciudadanos de Chipre los que corran con gran parte del paquete de asistencia. Ayer se discutía la posibilidad de dar más «escalones» a los porcentajes de incautación de depósitos por volumen de capital, más bajos para los pequeños ahorradores.

El Banco Central Europeo (BCE) deberá jugar también un papel fundamental para recapitalizar los bancos chipriotas en caso de que se produzca una fuerte «fuga de capitales» a partir del jueves, día en el que, teóricamente, reabren las sucursales en todo el país tras cuatro días cerradas.