España
La crisis fulmina casi 100.000 constructoras, la mitad del sector
Las empresas acusan al Gobierno de marginarlas con respecto a otros segmentos
Ya no se ven grúas por doquier en España. La crisis de la construcción ha llevado a una situación crítica a un sector que antes tiraban con fuerza de la economía y que ahora a duras penas sobrevive. Las grandes empresas especializadas en infraestructuras se han buscado la vida fuera para capear el temporal. Pero las pequeñas no han tenido en muchos casos los recursos necesarios para compensar con la cartera exterior la falta de trabajo en el país. Desde que estalló la crisis, el número de compañías del sector se ha reducido en casi la mitad, pasando de más de 200.000 a unas 120.000, según ha asegurado Jaime Lamo de Espinosa, presidente de Anci, la patronal de las constructoras medianas. Su caída ha arrastrado de forma notable al empleo. Desde el primer trimestre de 2008, los afiliados a la Seguridad Social del sector se han reducido en un 60% y los ocupados un 39%.
Revertir esta situación requiere la intervención urgente de la administración. Lamo de Espinosa ha denunciado que este año y el que viene, el ratio de inversión en obra pública puede caer hasta el 1,2% del PIB, en niveles de los años 70 del siglo pasado. Por eso, ha solicitado, como también lo hizo la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), que el Gobierno articule un plan de choque para invertir 4.000 millones. Sus cálculos apuntan a que por cada millón invertido se pueden crear entre 18 y 25 empleos directos. Además, como repite siempre el sector, el retorno inmediato -lo que el Estado recuperaría vía impuestos y ahorro en cotizaciones sociales- sería del 56%, lo que supone que más de la mitad de esa inversión se autofinanciaría. "La única posibilidad de crear empleo inmediato es a través de la obra civil", ha asegurado el presidente de ANCI, que se ha mostrado molesto con el Gobierno por su política de ayudas. "Nos sentimos abandonados con respecto a otros como la banca o la automoción, que han recibido subvenciones", ha asegurado Lamo de Espinosa. El constructor, ha añadido, no sólo no las ha recibido sino que, en su opinión, está pagando el grueso del ajuste. Entre 2010 y 2012, el déficit se redujo en 26.660 millones de euros, mientras que la inversión pública lo hizo en 23.545 y la licitación de obra pública en 18.767 millones. "Cada uno puede extraer las conclusiones lógicas de lo esperado", asegura en el documento que ha presentado en la asamblea que ha celebrado la organización.
La falta de inversión no es el único problema que las construcción se está encontrando. Lamo de Espinosa también ha denunciado que la administración también se está retrasando en la emisión de certificaciones, algo que ha calificado como "morosidad encubierta", y, en el caso de los ministerios de Fomento y Agricultura, está pagando en plazos aproximados de 5 meses, con las consiguientes tensiones de tesorería que eso supone para algunas compañías.
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