Ginebra
La liberación del cambio del franco suizo altera los nervios en los mercados
La decisión del Banco Nacional de Suiza (BNS) de eliminar el control de cambio entre el franco y el euro ha provocado un terremoto en los mercados monetarios, que se extiende más allá de sus fronteras y que ha causado una fuerte subida de la moneda helvética que ha empujado a la baja el euro.
También el mercado de valores ha resultado fuertemente impactado, con gestores que en toda Europa han sido sorprendidos por la medida totalmente imprevisible del BNS, que mantuvo su política de defensa de un tipo de cambio mínimo de 1,20 francos por euro durante tres años y cuatro meses.
El movimiento desconcertó a todos, lo que encuentra su explicación en hechos como que, hace apenas tres días, el miembro del director del BNS, Jean-Pierre Danthine, aseguraba que el tipo de cambio mínimo debía mantenerse porque constituía "un pilar de la economía monetaria"del país.
Para sostener la medida, la entidad emisora había comprado miles de millones de euros, como lo refleja su balance, que pasó de 94.000 millones de euros cuando se tomó la medida a 495.000 millones recientemente.
En una comparecencia ante la prensa, el presidente del BNS, Thomas Jordan, dijo que frente a la situación en las principales zonas monetarias no tenía más sentido "continuar con una medida que no podía mantenerse en el tiempo".
Atribuyó la fuerte reacción de los mercados a lo inesperado del anuncio, pero explicó que un paso como éste no podía darse si no estaba precedido de una reserva total.
Menos de tres horas después de hacerse pública la decisión, el euro y el franco, que había abierto la jornada a un tipo de cambio de 1,20, alcanzaban prácticamente la paridad, lo que provocó largas colas, frente a las casas de cambio en Suiza, de personas que se apresuraban a adquirir la moneda europea.
Varios sitios y firmas de transacciones suspendieron momentáneamente sus operaciones a la espera de que la calma retornase.
Jordan aseguró que el tipo de cambio se estabilizará próximamente, una vuelta a la normalidad y sobre todo una recuperación de la confianza por parte de los mercados que algunos creen que tomará unos pocos días, mientras que otros consideran que puede tardar semanas.
La gran pregunta que se repetía era por qué el BNS había tomado ahora esta determinación, que algunos analistas y políticos de izquierda suiza consideran que ha perjudicado su credibilidad.
Los análisis coinciden en tres factores claves, el primero de los cuales tiene que ver con que el BNS se había convertido prácticamente en el único actor en seguir comprando euros -con el fin de mantener el control de cambio- en un contexto de pérdida de valor de esta divisa.
Esto guarda relación con las especulaciones relacionadas con la supuesta decisión del Banco Central Europeo de anunciar, la próxima semana, un nuevo paquete de estímulo basado en la compra masiva de deuda pública, lo que presionaría más a la baja al euro.
La ola inicial de pánico generada por la medida en Suiza llegó tan lejos como Polonia, donde se estima que unos 700.000 hogares tienen sus créditos inmobiliarios en francos suizos, lo que provocó la caída del zloty frente a la divisa helvética.
Frente a posibles ataques de especuladores o fuertes presiones de otro tipo, el BNS ha indicado que podría intervenir puntualmente en el mercado cambiario.
Frente al primer escenario ya ha adoptado una medida preventiva, que ha consistido en elevar la tasa que cobra por los depósitos en francos de bancos extranjeros.
Se anticipa que la economía suiza sufrirá en los próximos meses plenamente del impacto negativo del levantamiento de esta protección de su moneda y que los principales afectados serán la industria de exportaciones y el turismo.
Como reflejo del potencial perjuicio, la Federación de la Industria Relojera de Suiza declaró su profunda inquietud por esta situación, al recordar que el 95 por ciento de la producción de este sector se vende al exterior.
Las vacaciones de turistas de la Zona Euro serán automáticamente más caras, lo que puede disuadir a muchos de escoger Suiza como destino.
En términos de empleo, el presidente del Partido Socialista Suizo, Christian Levrat, expresó su temor de que si el cambio se estabiliza en un nivel cercano a la paridad "decenas de miles de empleos en el sector exportador estarán en riesgo".
Un indicio claro de la magnitud del ajuste que tienen que hacer los actores económicos ha sido la caída de la Bolsa de Valores de Zúrich, que cerró hoy perdiendo 8,67 por ciento.
Valores como los del Grupo Swatch (relojes) y Richemont (lujo) -firmas orientadas netamente a la exportación- se han desmoronado un 15,5 y un 16,35 por ciento, respectivamente.
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