La última gran apuesta de Isidoro

Dentro de dos semanas cumplirá 64 años. En este periodo le ha dado tiempo a ser todo, o casi todo. Agente de cambio y bolsa, empresario, jurista y hasta político. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid (1973), Manuel Pizarro hizo oposiciones a la Abogacía del Estado con éxito, siendo su primer destino la Delegación de Hacienda de Tarragona. Durante su etapa en la Administración del Estado estuvo en la asesoría jurídica de la Secretaría de Estado de Economía. La expropiación de Rumasa (año 1983) pasó por sus manos en la Dirección General del Patrimonio del Ministerio de Hacienda.

Cansado del sector público, probó fortuna en el sector financiero como agente de cambio y bolsa, plaza que obtuvo en febrero de 1987. Como consecuencia de ella creó una agencia de valores independiente, Ibersecurities, de la que fue presidente, lo mismo que de la Bolsa de Madrid.

Sin abandonar el mundo de las finanzas, en 1995 es nombrado presidente de Ibercaja, cargo en el que permanecerá hasta 2004. Un guiño del destino a su condición de aragonés (Teruel, 1951). Entre los años 1998 y 2002, simultaneó esta condición con la de presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros.

Hombre fuerte en el área económica del Partido Popular desde el año 1994, el proceso de privatización le conduce hasta Endesa como miembro de su consejo de administración, primero, y como presidente, después (2002). Es en la compañía eléctrica donde su nombre salta a los principales titulares de la prensa nacional e internacional. Su beligerancia contra las opas de Gas Natural y la alemana Eon por considerarlas hostiles e insuficientes plantea unas hostilidades empresariales que se saldan con la venta de la compañía a la italiana Enel a razón de 41,3 euros por acción desde los 21,3 iniciales de Gas Natural.

Su salto a la política se produce de la mano de Rajoy como número dos de la lista por Madrid. La derrota del PP trastoca todos los planes. En 2010 dimite de su condición de parlamentario.