Unión Europea
Las ayudas europeas a las cajas el 12 de diciembre
España recibirá 41.000 millones del MEDE a un tipo inferior al 1% mediante instrumentos de deuda
El enrevesado procedimiento para el rescate de la banca española llega a su fin. El Gobierno envió ayer formalmente la solicitud de 36.968 millones de euros para las cuatro entidades nacionalizadas (BFA-Bankia, Catalunya Banc, NCG Banco y Banco de Valencia), así como los 2.500 millones de euros destinados a la inyección que recibirá el «banco malo» para comenzar a funcionar.
Así, tras la aprobación de los planes de reestructuración de estas entidades por parte de la Comisión Europea, se inyectarán 17.960 millones de euros en BFA-Bankia, 9.080 millones en Catalunya Banc, 5.425 millones en NCG Banco, y 4.500 millones en Banco de Valencia. La transferencia de los fondos desde el MEDE, en torno al próximo 12 de diciembre, se producirá mediante cinco series de instrumentos de deuda canjeables por efectivo a vencimiento.
A estas cifras habrá que sumar los 1.500 millones que recibirán las entidades que necesitan fondos que no están nacionalizadas, como son Banco Mare Nostrum, Banco Caja 3, Liberbank y Ceiss, cuyos programas de saneamiento serán aprobados por el departamento responsable de Competencia de la Comisión Europea el próximo 20 de diciembre.
En total, España recibirá unos 41.000 millones de euros, una cifra muy inferior a los 100.000 millones de euros que el Eurogrupo había aprobado en junio pasado para el saneamiento del sector bancario español. La ayuda tendrá «una vida media de 12 años y medio, con un periodo de gracia de diez años y a un tipo que está claramente por debajo del 1%», explicó De Guindos. Incluso, manifestó el ministro, en su primer periodo de vida tendrá un tipo que está ligeramente por encima del 0,5%.
«Creemos que son unas condiciones ventajosas que van a permitir sanear, reestructurar y solventar los problemas que tenía el sistema bancario español y desde ese punto de vista creemos que es positivo», manifestó el titular de Finanzas.
A su juicio, el proceso de reestructuración «es vital», con el fin de que no se vuelvan a reproducir los errores del pasado. Para evitarlo, precisamente, la Comisión Europea ha establecido unos requisitos importantes a las entidades que suponen desinversiones, reducción de plantillas y oficinas y un sistema completamente diferente de negocio, obligando a las antiguas cajas a volver a sus estructuras anteriores a la burbuja inmobiliaria.
Los ministros del Eurogrupo recibieron positivamente la información de De Guindos. La ministra de Finanzas austriaca, Maria Fekter, destacó en su comparecencia que la buena marcha del rescate bancario a España es una «señal muy fuerte» de que la situación mejora y la eurozona empieza a estabilizarse después de un año lleno de sobresaltos.
«España necesita menos de lo que esperábamos; la situación en su conjunto ha mejorado», planteó la ministra austriaca, que opinó que «vamos en la buena dirección y podemos mostrar que las medidas son correctas».
La recapitalización fue también bendecida por la agencia de calificación Moody's, que consideró ayer la medida como un hecho «positivo» para «todo el sistema financiero español». En este sentido, la agencia ha explicó que la aprobación de los planes para las cuatro entidades intervenidas «es un hito clave» dentro del Memorándum de Entendimiento, que fija las condiciones de la ayuda firmada el pasado 20 de julio. «Este hito, junto con el estricto cumplimiento de calendario de reestructuración, es un paso positivo que beneficiará a todos los bancos españoles, dando algo de impulso para avanzar en la reestructuración del sistema», remarcó la agencia.
Barroso apura a los 27
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, envió ayer una carta a los líderes de la UE para informarles del plan que ha elaborado para lograr una unión económica y monetaria más fuerte. Barroso pidió a los 27 un esfuerzo para garantizar que a finales de año haya un acuerdo sobre el supervisor bancario único, figura de la que recelan Londres y Berlín. Su propia hoja de ruta establece una «clara visión para conseguir la unión bancaria, la unión fiscal, la unión económica y la unión política».
Berlín avisa: la inyección directa «tardará años»
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, afirmó ayer que la recapitalización directa de la banca a cargo del fondo de rescate (MEDE) tardará años en ponerse en marcha. De este modo, volvió a lanzar un jarro de agua fría sobre las aspiraciones de España, que quisiera evitar imputar sobre su déficit público los 40.000 millones de euros que recibirá este año para el sector financiero para afrontar su saneamiento. «Espero que en el Eurogrupo completemos (el rescate bancario) más pronto y que la capitalización bancaria sea posible utilizando los medios del MEDE, pero yendo a través del Estado español», dijo Schauble en el Parlamento Europeo, donde reconoció que se ha creado «una expectativa exagerada» sobre este asunto. Con estas palabras, el ministro alemán demostraba su falta de interés en la creación de la figura del supervisor bancario único, que debería aprobarse hoy en el Ecofin para cumplir el calendario fijado por los jefes de Estado y de Gobierno. Reino Unido también recela de esta supervisión.
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