Energía

Las energéticas niegan que el recorte de la CNMC abarate el gas

Consideran «populista» el tijeretazo que propone Competencia a las redes y el transporte.

Competencia defiende que el recorte a la retribución por las instalaciones energéticas y el transporte de energía trata de evitar la especulación
Competencia defiende que el recorte a la retribución por las instalaciones energéticas y el transporte de energía trata de evitar la especulaciónlarazon

Consideran «populista» el tijeretazo que propone Competencia a las redes y el transporte.

Rebelión entre las empresas energéticas, especialmente entre las gasistas, contra los recortes que plantea la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC). Todas ellas, con Naturgy y Enagás a la cabeza, se muestran desconcertadas con las «coartadas» aducidas por el presidente de la CNMC, José María Marín Quemada, para defender un tijeretazo del 17,8% en la retribución a la distribución del gas y del 21,8% en las actividades de transporte y regasificación. Marín Quemada defiende que este recorte, que también afecta a la retribución a la distribución eléctrica del 7% y del 8,2% en el caso del transporte de electricidad, abaratará los precios de la energía a partir de enero de 2020. Sin embargo, fuentes del sector consultadas por este diario recuerdan que en el caso de la factura del gas, que soporta el recorte más severo, el 80% del coste del recibo es el precio de la materia prima, al contrario que en caso del recibo eléctrico, donde los impuestos, peajes y costes del sistema representan el grueso del recibo. Además, estos recortes no afectarán al sector antes de 2021, fecha en la que comienza el nuevo periodo regulatorio para el sector gasista, que se extenderá hasta 2026 por lo que en ningún caso se dejarán notar en el recibo del gas en enero de 2020.

Las mismas fuentes consideran «populista» la intención inicial de la CNMC, ya que cualquier alteración en la retribución de los peajes gasistas «afecta en un 10% al 20% de la factura», por lo que su influencia será mínima en la alteración de los precios. Por contra, advierten desde el sector, se introduce de nuevo la incertidumbre en el sector energético español, lo que puede afectar a la transición energética planteada por el Gobierno, que necesita de unas inversiones de 235.000 millones de euros y, por tanto, de los fondos de inversión extranjeros para su desarrollo. Este tijeretazo al sector del gas –que fija la retribución anual de la distribución en 1.420 millones y en 1.186 millones la del transporte y regasificación– hace «cuestionables las rentabilidades de las futuras inversiones para extender las redes de gas» y deja la retribución a las infraestructuras gasistas, que se convertirán en claves para dar respaldo al sistema eléctrico, «por debajo de la de los países europeos de nuestro entorno», según estas fuentes.

A la caída de las acciones de las empresas energéticas, sobre todo las gasistas, se sumó ayer la advertencia de la agencia de calificación S&P de que los recortes planteados por la CNMC se dejarán notar en la calificación de estas empresas al ser mayor de lo esperado. Los títulos de Enagás se encuentran ya en cifras de 2014, con un desplome del 18% en apenas una semana.