España

Las exportaciones españolas se han disparado un 700% desde 1985

Las ventas a la UE han pasado de suponer el 51% del total al 64%

La Razón
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El comercio exterior ha sido uno de los grandes beneficiados por la adhesión de España a la Unión Europea hace ahora 30 años. La integración de nuestro país en el club de países comunitarios supuso el empujón definitivo para la apertura de España al mundo. Un proceso iniciado con la transición democrática diez años antes y culminado con la incorporación a la UE. Desde 1985, último año antes de la adhesión, España ha multiplicado por ocho su volumen total de exportaciones y por siete su volumen de importaciones, tanto de dentro como de fuera de la UE. Hace tres decenios, las exportaciones españolas sumaban apenas 30.613 millones de euros. Hoy, esa cifra alcanza los 244.533 millones de euros, al cierre de 2014 –último año con datos completos–. En el caso de las importaciones, en 1985 ascendían a sólo 36.252 millones de euros. La cifra actual supera los 269.851 millones de euros.

Del 27% del PIB al 49%

En 1986, la suma de exportaciones e importaciones representaba el 27% del Producto Interior Bruto (PIB) de ese año. El año pasado, ese porcentaje casi se había duplicado hasta el 49%, evidenciando la fuerte ganancia de peso del sector exterior en la economía española.

Por áreas geográficas, la Unión Europea de 1985 –apenas estaba compuesta por diez países– era el principal receptor de las exportaciones españolas, aunque sólo por un escaso margen: el 51% de las ventas españolas iban destinadas a la UE, frente al 49% a otros países. La incorporación de España al mercado único, con la eliminación de los aranceles con la mayor parte de nuestros países vecinos, ha acrecentado esta tendencia. En 2014, las exportaciones españolas a la UE –ya compuesta por 28 países– supusieron el 64% del total, trece puntos porcentuales más que treinta años antes.

En las importaciones, la situación se ha dado la vuelta por completo con la incorporación a la Unión Europea. En 1985, sólo el 37% de los bienes y servicios comprados por España procedía de la UE. En 2014 se ha producido un giro radical y el 57% de nuestras importaciones viene del club comunitario. Es decir, un incremento de 20 puntos porcentuales que ha convertido a la UE en el principal suministrador de bienes y servicios para España.

Esa apertura al exterior de la que se ha beneficiado España no sólo ha repercutido positivamente en el comercio exterior. El turismo ha sido el otro gran ganador de la incorporación de nuestro país a la Unión Europea. A pesar de que España ya era una de las mayores potencias turísticas antes de adheririse a la UE, la entrada en el club comunitario de los Veintiocho ha disparado aún más la importancia de un sector capital para nuestra economía.

En 1985, 43 millones de turistas extranjeros visitaron España. En 2015, a falta de conocer los datos oficiales, nuestro país superará la barrera de los 68 millones de turistas internacionales. Esto supone un incremento del 58% en los últimos treinta años. Además, el gasto de estos visitantes dentro de nuestras fronteras ha pasado de unos 8.000 millones a más de 63.000 millones de euros al cierre de 2014.

De 3.000 a 17.000 kilómetros de autovías y autopistas en 30 años

Las infraestructuras españolas han dado un enorme salto de calidad desde que nuestro país pertenece a la Unión Europea, en gran parte por la inyección de fondos de los países más ricos. Hace treinta años, España contaba con 150.000 kilómetros de carreteras convencionales, los mismos que ahora. Sin embargo, las vías de alta capacidad –autovías, autopistas y carreteras de doble calzada– han pasado de apenas 3.000 kilómetros a unos 17.000. En el transporte por ferrocarril el salto ha sido incluso superior. España ha pasado de no contar con trenes de alta velocidad a superar los 3.000 kilómetros de AVE.