Los productos ibéricos serán de bellota, cebo de campo y cebo

El Ministerio de Agricultura ha presentado ya el proyecto definitivo de real decreto por el que se modifica la Norma de Calidad de los Productos Ibéricos y en el que se recogen tres denominaciones de venta en función de la alimentación de los cerdos: bellota, cebo de campo y cebo; éstas irán acompañadas del llamado factor racial, 100% ibérico o ibérico. En el texto se recogen asimismo normas precisas sobre el etiquetado de los productos para evitar que el consumidor se confunda a la hora de adquirir estos alimentos.

De acuerdo con la información facilitada por el equipo de Arias Cañete, los objetivos perseguidos con los cambios que se pretenden introducir son mejorar la información al consumidor; garantizar la conservación de la raza ibérica y el sistema productivo desarrollado en torno a la dehesa; simplificar la norma; reforzar los sistemas de control y evitar a los ganaderos e industriales nuevas inversiones económicas para adaptarse a la misma.

El texto se ha remitido a las comunidades autónomas y organizaciones del sector como deferencia, mientras que se ha enviado por imperativo legal al Consejo de Estado, Comisión Interministerial de Ordenación Alimentaria (CIOA) y a la Comisión Europea (CE) que lo remitirá a los estados miembros de la UE, por si quieren formular alegaciones.

La Comisión dispone de un plazo de 90 días para hacer sus aportaciones, por lo que el proyecto de real decreto no podrá ser aprobado por el Gobierno hasta mediados de mayo, como muy pronto. Desde que el equipo de Arias Cañete formulase en julio pasado sus ideas para cambizar la Norma de Calidad, el asunto ha estado rodeado de una gran polémica al tratarse de un producto emblemático del sector agroalimentario español.

De un lado, estaban los «puristas», que se encuentran en Andalucía y también Extremadura, partidarios de que sólo se pudiese denominar ibérico a los productos derivados del cerdo ibérico puro sin admitir cruces con otras razas. En el otro lado estaba Castilla y León, donde existen cebaderos de cerdos con cruce y donde se encuentran la mayor parte de las industrias transformadoras, que argumentaban que no se puede ignorar la realidad actual del mercado, basado en productos derivados de cerdos con algún tipo de cruce y alimentados con cereal pienso.