El precio de los carburantes
Más de novecientas gasolineras venden el diésel a menos de un euro el litro
El llenado de un depósito medio de 50 litros cuesta ahora 54 euros, 18,25 euros menos que hace un año.
Más de novecientas estaciones de servicio ubicadas en la Península y Baleares -Canarias y las ciudades autónomas tienen una fiscalidad diferente- ofrecen el litro de gasóleo de automoción a menos de un euro, un abaratamiento que se produce gracias al desplome del precio del crudo. Según los últimos datos proporcionados por la Comisión Europea, el diésel cuesta actualmente una media de 1,08 euros el litro, casi un 20 % menos que hace un año. Esto supone que el llenado de un depósito medio de 50 litros cuesta ahora 54 euros, 18,25 euros menos que hace un año.
Sin embargo, el precio de venta puede variar notablemente entre las diferentes estaciones de servicio y van, según datos del Ministerio de Industria, desde los 0,894 euros el litro de una gasolinera de Valderrobres (Teruel) a los 1,339 euros de una estación de servicio de Olivenza (Badajoz).
En general, la mayor parte de las estaciones de servicio que ofrecen el diésel por debajo del euro son independientes o vinculadas a hipermercados, aunque empiezan a darse algunos casos de grandes petroleras como Repsol, Cepsa o Galp. Geográficamente, buena parte de las provincias españolas cuentan con alguna de estas gasolineras, aunque son especialmente numerosas en Barcelona, Navarra, Lérida, Murcia, Madrid, Tarragona, Teruel, Valencia y Zaragoza.
Esto se explica mediante varios factores, entre los que figuran la diferente presión competitiva entre áreas y la distinta fiscalidad, ya que algunas comunidades autónomas no tienen tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos -País Vasco, Navarra, Aragón y La Rioja- y otras tres -Asturias, Cantabria y Madrid- tienen un tipo más bajo que las demás.
Por su parte, la gasolina de 95 octanos cuesta una media de 1,132 euros el litro, un 18,85 % menos que hace un año. De esta manera, el llenado de un depósito medio de gasolina cuesta ahora 56,6 euros, 19,5 euros menos que en enero de 2014. El descenso en el precio de los carburantes está ligado al desplome de la cotización del crudo en los mercados internacionales -el barril de Brent se vende por debajo de los 50 dólares cuando superaba los 100 dólares a principios de septiembre de 2014-, aunque es mucho menos intenso.
Las petroleras atribuyen este desfase al hecho de que la materia prima hay que refinarla y transportarla -se vende en mercados diferentes a los del crudo- y a que los costes fijos suponen más del 60 % del precio final, principalmente por la carga fiscal.
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