Economía

Más y mejor financiación para las pymes

Más y mejor financiación para las pymes
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En los dos últimos años, las pequeñas y medianas empresas españolas han visto crecer el importe de los créditos y caer los costes de financiación.

La crisis económica ha obstruido las arterias de la financiación bancaria y dejado al enfermo, en este caso a las pequeñas y medianas empresas, al borde del colapso. La excesiva bancarización del ecosistema empresarial español, donde alrededor del 90% de las empresas acuden de forma recurrente a las entidades en busca de dinero, tampoco ha ayudado a aliviar la abrupta interrupción del crédito que los bancos han llevado a cabo desde el inicio de la crisis presionados por la exigencia de sanear sus balances. Según datos del Banco de España, al cierre de 2015 las entidades destinaban a financiar actividades productivas 355.000 millones de euros, un 37% menos que en 2008. Una tendencia que, ocho años después de que comenzaran las turbulencias en los mercados, todavía no se ha revertido. De hecho, en el primer trimestre de este año, la caída del stock de crédito financiero a empresas se ha agudizado un 8,8%, en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior.

Pero no todo son malas noticias. Y es que si bien las cifras evidencian que las vías por las que circula el dinero siguen obstruidas, las condiciones de financiación poco a poco comienzan a ser más favorables para las pequeñas y medianas empresas. Así se desprende de la evolución de los resultados de la última Encuesta sobre Morosidad y Financiación, elaborada por Cepyme, que señala cómo ha descendido sustancialmente en los dos últimos ejercicios el coste de la financiación y aumentado la cantidad ofrecida. «El escenario de tipos bajos explica el saldo de empresas que declara que los costes de la financiación hayan disminuido», sostiene la patronal de las pymes en su informe, y añade: «Además, en aras de sostener la rentabilidad, están aumentando la cantidad ofrecida de crédito, lo que también da lugar paralelamente a una mayor exigencia de avales y garantías».

Canales alternativos

Con estos datos, queda patente la necesidad que tienen las pequeñas y medianas empresas de encontrar canales alternativos a la financiación tradicional. En la actualidad, las vías preferidas por los pequeños y medianos empresarios de nuestro país son, en primer lugar, los bancos, en un 33,7% de los casos, seguido de los beneficios retenidos y la venta de activos (31,3%) y el capital riesgo y los «business angels» (17,4%), según datos de Cepyme. Estos últimos han ganado mucho protagonismo en los últimos años, sobre todo entre las start up, que por su escaso rodaje y pequeño tamaño tienen cerradas las puertas de las entidades y no pueden acceder al «venture capital». José Herrera, presidente de la Asociación Española de Bussines Angels (Aeban), está convencido de que, en los próximos años, las empresas «reducirán su dependencia de la banca desde el 90% actual hasta unos porcentajes cercanos al 50% o 60%». «Hay proyectos a los que los comités de riesgos de un banco no pueden llegar y ahí estará el ‘‘direct lending’’», prosigue.

Otro canal alternativo de financiación que ha ido creciendo al tiempo que lo ha hecho la prometedora industria fintech es el «crowdlending». De apenas existir hace menos de un lustro, este modelo de «crowdfunding» en el que participan numerosos inversores creció el ejercicio pasado un 300% en nuestro país. «En España estamos todavía muy lejos de las cifras que mueve en Estados Unidos o en Reino Unido, pero cada vez se conoce más y se empieza a ver como una alternativa real», asegura Jorge Antón, CEO de MytripleA, «start-up» española que desde abril del año pasado ha prestado ya más de 5,5 millones de euros.

Mercado de capitales

Otra de las asignaturas pendientes de nuestro país es el desarrollo de los mercados de capitales para las pequeñas y medianas empresas. Un opción imposible hasta la creación del Mercado Alternativo Bursátil, en 2009, y el lanzamiento del Mercado Alternativo de Renta Fija, en 2013, pero que poco a poco se consolida como una opción a tener en cuenta ante la necesidad de las empresas de diversificar las fuentes de financiación. «Hemos tenido un sistema bancario demasiado competitivo lo que ha provocado que la banca concediera préstamos a las empresas a tipos y márgenes muy bajos, haciendo imposible que los mercados de capital fueran atractivos para las empresas», apunta Aurelio García, director Global MBA del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB).

Además, las mayores necesidades de transparencia y los recelos que genera entre algunos empresarios perder parte del control de su empresa hacen que muchas pymes no se atrevan a dar el paso. «Preparar a una empresa para entrar en el MAB puede llevar hasta dos años. En la actualidad, estarían potencialmente preparadas para empezar a cotizar hasta 5.000 firmas en nuestro país», concluye García.

CLAVES

Financiación. Según la Encuesta sobre Morosidad y Financiación 2016, elaborada por Cepyme, en los dos últimos años las pymes han mejorado sus condiciones de financiación con préstamos más rápido y menos intereses.

Alternativa. La banca sigue siendo la vía de financiación preferida para el 33,7% de las pymes, seguida de los beneficios retenidos (31,3%) y el capital riesgo y los business angels (17,4%).

Crowdlending. Esta modalidad de crowdfunding, en la que participan varios inversores, se consolida como una alternativa a la banca después de crecer un 300% en España en el último año.

Mercados. Según Aurelio García, director Global MBA del IEB, en España hay «hasta 5.000 empresas que estarían potencialmente preparadas para empezar a cotizar en el MAB».