Salarios

Mazazo al mercado laboral

La Razón
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Aunque el paro registrado haya caído por debajo de los cuatro millones de personas, el ritmo de creación de empleo se ha reducido frente al de meses anteriores. De algunos estudios se desprende que si la reforma laboral no se hubiera aprobado se hubieran perdido 910.000 empleos adicionales hasta el cierre de 2015 y que la tasa de paro habría escalado por encima del 25% –a largo plazo se habrían destruido otros 1,5 millones de empleos–, pero tanto PSOE como Unidos Podemos parecen hacer oídos sordos. Los expertos afirman que derogar la reforma laboral, teniendo en cuenta la incertidumbre política y la posible ralentización del crecimiento económico, sería nefasto para el mercado de trabajo. «Perderíamos gran parte del terreno ganado desde mediados de 2013. El paro volvería a aumentar de forma exponencial. Este periodo no admite dudas ni propuestas oníricas de fácil lectura». Carlos Martínez, director general de IMF Business School, asegura que uno de los pilares fundamentales sobre los que se ha basado la recuperación del empleo ha sido la reforma laboral aprobada en 2012, ya que si años atrás España debía crecer un 3% para crear trabajo, con la aprobación de esta reforma se empezaron a crear empleos con un crecimiento ligeramente superior al 1%.

La propia Comisión Europea publicó un informe en el que, además de sugerir completar la reforma de 2012 con nuevas medidas para primar los convenios colectivos firmados a nivel de empresa sobre los sectoriales –especialmente a la hora de fijar salarios–, se resaltaba que de no haberse aplicado la reforma se habrían perdido 400.000 puestos de trabajo. En cambio, el programa de Unidos Podemos recoge un reequilibrio de la negociación colectiva, para lo que establecería la preeminencia de los convenios sectoriales sobre los de empresa. Es decir, justo lo contrario de las recomendaciones europeas. Martínez asevera que sin reforma laboral se hubiesen creado un 30% menos de empleos. Flores cree que sería un grave error abundar en la temporalidad y la reducción salarial. Distingue entre la flexibilidad laboral y la flexibilidad de derechos e insta a que las rentas salariales recuperen peso en la economía para que la fragilidad de los trabajadores no se convierta en endémica. «Es ahí donde los programas que equiparan reforma laboral a reducción salarial y de derechos incurren en error», agrega.