Jubilación

Medio año de trabajo sólo para pagar los impuestos

Un contribuyente medio español dedica 177 días de su sueldo para cumplir con el fisco. El 80% paga más impuestos que servicios públicos recibe hasta el momento de su jubilación.

Medio año de trabajo sólo para pagar los impuestos
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Un contribuyente medio español dedica 177 días de su sueldo para cumplir con el fisco. El 80% paga más impuestos que servicios públicos recibe hasta el momento de su jubilación.

177 días de trabajo sólo para hacer frente a los impuestos. Son los días que han pasado desde el 1 de enero hasta hoy, en los que el sueldo de un contribuyente medio español ha ido destinado exclusivamente a hacer frente a las obligaciones con el fisco, ya sea estatal, regional o local. Es lo que se conoce como el Día de la Liberación Fiscal, que este año ha llegado el 27 de junio, un día antes que en 2017, según Think Tank Civismo. En este sentido, cuatro de cada cinco contribuyentes pagan más impuestos que lo que reciben en forma de servicios y prestaciones públicas hasta la edad de jubilación.

Las cotizaciones sociales (tanto las pagadas por el trabajador como por el empleador) constituyen la mayor carga para los contribuyentes, pues suponen el equivalente a 102 días de sueldo. A eso hay que añadir otros 34 días para hacer frente al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), 25 días para el IVA, 11 días para los Impuestos Especiales y otros 5 días para tributos como el IBI, Patrimonio, Sucesiones o Matriculación. Esto deja 188 días de sueldo libres para el contribuyente, lo que supone poco más de medio año.

Según el informe, los impuestos al trabajo son los que tienen un mayor peso. Esto es lo que se conoce como «cuña fiscal» y muestra que los más perjudicados son los trabajadores de entre 45 y 64 años, pues apenas retienen 61,66 euros de cada 100 euros abonados por la empresa. Es decir, una cuña fiscal del 38,3%. Para trabajadores de 30 a 44 años, el IRPF y las cotizaciones suponen que 100 euros pagados por empresa y trabajador se quedan en 62,5 euros de retribución efectiva, lo que equivale a un 37,50%. Los jóvenes de entre 16 y 29 años cobran 64,11 euros por cada 100 euros de coste laboral, lo que les hace soportar una cuña fiscal del 35,89%. Los que menor presión fiscal soportan son los mayores de 65 años, para quienes la fiscalidad directa supone que de cada 100 euros se perciban aproximadamente 88 de forma efectiva. En este caso, la presión fiscal alcanza sólo el 12,03%, dada la ausencia de presión fiscal que implican las cotizaciones sociales en la jubilación. En el caso del IVA, el gasto medio por persona oscila entre los 1.259 euros y los 1.616 euros, en función de los grupos de edad.

El informe compara también cuántos impuestos se pagan y cuánto se recibe del Estado en forma de servicios públicos. En este sentido, el 80% de los contribuyentes españoles sale perjudicado, aunque eso cambia en el momento que se retira de la vida laboral. «El factor que hace que cambie el balance entre impuestos y beneficios públicos obtenidos es la acción del sistema público de pensiones. Éste explica por sí mismo el 70% de la diferencia entre impuestos pagados y prestaciones recibidas para la población en edad de trabajar», señala el estudio.

Más pensión que cotizaciones

Esto significa que los trabajadores, tanto de forma directa como indirecta (la cotización que abona el empleador), aceptan pagar durante 35 años de media entre 3.515 euros anuales (en edad laboral temprana) y 7.775 euros anuales (en edad laboral adulta) por encima de lo percibido en servicios públicos, para luego recibir un beneficio neto en forma de pensión, sanidad y dependencia por importe de 17.768 euros anuales durante 20 años. Sin embargo, el informe señala que «los jubilados actuales que hayan tenido cotizaciones más bajas sí disfrutan de una pensión pública ciertamente generosa, y que les devuelve mucho más de lo cotizado».

En cualquier caso, el pago de impuestos en España varía significativamente en función de la comunidad autónoma. Mientras que en Cataluña un contribuyente sin hijos tiene que trabajar para pagar impuestos hasta el 5 de julio, un madrileño, un vasco o un andaluz «sólo» dedica su sueldo hasta el 29 de junio.