Pensiones

«No podremos jubilarnos a los 65 años recibiendo la pensión actual»

La Razón
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Entrevista a José Ignacio Conde-Ruiz autor de «¿Qué será de mi pensión?»

Mientras que las preocupaciones para jóvenes y personas de mediana edad resultan muy variopintas, a los jubilados les interesa fundamentalmente la viabilidad del sistema de pensiones. José Ignacio Conde-Ruiz asegura que «son un arma arrojadiza en el juego político. No se pueden ganar unas elecciones teniendo en contra a los jubilados». El autor de ¿Qué será de mi pensión? y profesor de la Universidad Complutense recuerda que el pacto de Toledo se alcanzó para sacar el tema del debate político. Sin embargo, lamenta que los partidos se lo suelan saltar tan pronto como llegan las elecciones. Admite la urgencia de abordar una reforma para adecuarlo a la nueva realidad demográfica, pero piensa que no hay que ser tan alarmistas.

–¿Volverán las pensiones a ser protagonistas de la campaña?

–Siempre son un arma arrojadiza en el juego político. No se habla de ellas con el ánimo de solucionar el problema. Los jubilados son el nicho más importante de votos para cualquier partido y tienen unas preferencias políticas muy homogéneas, concentradas básicamente en las pensiones. Por eso, todos intentan satisfacerles en cierta medida. Las pensiones entran en la campaña, pero como siempre se usarán de forma partidista. No será un debate fructífero que lleve a ningún tipo de acuerdo.

–¿Qué le parece que se usen como baza electoral?

–Me gustaría que se lograra un gran pacto de Toledo, en el que los partidos se pusieran de acuerdo y trabajaran por ello. Al final, todo el mundo depende de las pensiones. Bien porque la estás recibiendo, bien porque aspiras a recibirla en el futuro. Es al pilar del Estado de Bienestar que más atención se le presta. La educación, por ejemplo, si nuestros hijos ya han pasado esa etapa quizás nos importa un poco menos.

–¿Será el tema estrella de cara al próximo 26 de junio?

–Tengo mis dudas. Se atacarán unos a otros, pero no será un debate contundente ni claro.

–¿Se oyen disparates?

–Se oyen muchas promesas que no se pueden cumplir. Más que falsedades, se escuchan verdades a medias.

–Pero es cierto que el actual sistema está en riesgo.

–Tampoco hay que ser tan alarmistas. Si no se hace nada estará en riesgo. Sin embargo, aún estamos a tiempo de poder acometer reformas y adaptarlo a la nueva realidad demográfica, que será el cambio más importante que sufrirá la economía en las próximas décadas. Evidentemente que puede haber dinero para nuestras pensiones, pero no tendremos un sistema en el que nos podamos jubilar a los 65 años recibiendo la pensión actual.

–¿Cómo adaptarlo para garantizar su futura viabilidad?

–Los ciudadanos necesitamos una dosis de realismo. Nos tienen que decir la verdad sobre lo que está pasando. Hay que adecuar la vida laboral a una realidad demográfica distinta. Quizás haya que trabajar más años... El cambio demográfico es muy positivo porque la gente cada vez vive más tiempo.

–¿Qué será de nuestras pensiones?

–El sistema de reparto es uno de los principales inventos del siglo XX. Está muy bien pensado, pero hay que adaptarlo a una demografía cambiante y ser capaces de transmitirlo a las siguientes generaciones. Unos se lo quieren cargar por motivos ideológicos (prefieren otro tipo de sistemas) y otros no quieren hacer nada, por lo que también se lo pueden terminar cargando. Hay quienes defienden mucho el sistema público, pero se oponen a las reformas y, por tanto, también se lo van a cargar. Son más peligrosos los que no quieren tocar nada que los que lo quieren destruir. El sistema se defiende solo frente a los que piensan que hay otros instrumentos de ahorro mejores que el sistema de reparto, que tiene argumentos tan sólidos que es como si dijera: defiéndeme de mis amigos que yo me defiendo solo de mis enemigos.

–¿Se echan de menos propuestas electorales sólidas para sostener el sistema?

–Son medidas poco populares y no se plantean en época electoral. Me conformaría con que los partidos se comprometieran a hacer un gran pacto tras las elecciones. En campaña es difícil transmitir los mensajes con coherencia. Urge ponerse a trabajar tan pronto como tengamos un parlamento nuevo.

–El PSOE ha propuesto un «recargo de solidaridad»...

–El problema no se soluciona simplemente aumentando ingresos. Pero tampoco se arregla sólo con la creación de empleo. La sostenibilidad del sistema a medio y largo plazo requiere una combinación de medidas.