Nuestro país triplica el avance medio de los socios de la eurozona

Aunque a algunos les pueda parecer un comentario arrogante, la realidad es que cuando el Gobierno asegura que España se ha convertido en la locomotora de Europa no está exagerando. En términos macroeconómicos, de no ser por el crecimiento español, Europa estaría prácticamente estancada. El avance intertrimestral del 1% del segundo trimestre triplica la media registrada en la eurozona –0,3%– y hace casi otro tanto con el avance de la riqueza registrado en el conjunto de la UE, cuyo PIB avanzó en conjunto un 0,4% en términos intertrimestrales.

Comparado con el resto de grandes países europeos, España es también el país cuya economía mejor se ha comportado. Alemania y Reino Unido han presentado tasas de crecimiento mejores que en el trimestre anterior pero que no alcanzan a la española. Mientras que el país germano creció un 0,4% frente al 0,3% de los tres primeros meses del año, el británico lo hizo un 0,7%, frente al 0,4% del arranque de año.

Francia, Holanda e Italia han tenido un comportamiento notablemente peor que España. La economía gala cerró plana en el segundo trimestre, frente al crecimiento del 0,7 que experimentó en el primero. Holanda ha corrido casi la misma suerte, con un exiguo avance del 0,1% frente al 0,6% del trimestre anterior. Italia se ha mantenido en tasas muy bajas, el 0,2% frente al 0,3% que tuvo entre enero y marzo.

España es tras Estados Unidos, que ayer revisó al alza su crecimiento hasta el 3,7%, el país desarrollado que más crece en este momento.

A pesar de estos buenos datos, su elevado endeudamiento, los problemas de déficit y una tasa de paro superior el 20% son problemas que acechan todavía a España. Y como destacó el miércoles el «Financial Times», un panorama político incierto no ayudaría a resolverlos.