Caso Tarjetas «B»

Ex consejero de Caja Madrid por UGT: «Somos cabeza de turco para parar algo»

Por vez primera vez, un acusado da validez a los gastos con su tarjeta recogidos en la hoja Excel de Bankia, principal prueba incriminatoria

El ex consejero por UGT Torres Posada, durante su declaración
El ex consejero por UGT Torres Posada, durante su declaraciónlarazon

Por vez primera vez, un acusado da validez a los gastos con su tarjeta recogidos en la hoja Excel de Bankia, principal prueba incriminatoria

La sesión de ayer del juicio por los gastos con tarjetas «black» de Caja Madrid y Bankia tuvo como aspectos novedosos el que por primera vez uno de los ex consejeros dio validez a la hoja Excel donde se recogen esos supuestos gastos y dónde se originaron; y, junto a ello, que algunos de los acusados aseguraron que esas tarjetas eran para gastos de representación, relacionados con los cargos que ocupaban en la entidad. Además, otro de ellos indicó que la Comunidad de Madrid, cuando la presidía Esperanza Aguirre, conocía que a los consejeros que proponía se les abonaría por la entidad unas dietas por asistencia y se les entregaría una tarjeta para gastos personales. Sin embargo, la mayoría de los que declararon ayer insistieron en que esas tarjetas eran para gastos de libre disposición que no tenían que justificar, a la vez que denunciaron nuevamente la controvertida hoja Excel de Bankia.

El primero que aseguró que recibió la tarjeta para gastos de representación fue el ex consejero propuesto por UGT Eduardo Torres Posada: «No eran para gastos propios, sino para gastos de representación», afirmó al respecto, para insistir posteriormente en ello: «Tengo claro como el clarinete que eran para gastos de representación», pero, especificó, eso no era obstáculo para que a otros que disponían de esa tarjeta «les dijeran que era para gastos de libre disposición». Junto a ello, denunció que los partidos políticos «mandaban a la gente» a Caja Madrid diciéndoles «tienes unas dietas y una tarjetita».

Además, explicó que se le ha abierto un expediente disciplinario por parte de Bankia, cuya resolución dependerá en buena parte de la sentencia. Denunció que se le ha ocasionado un «daño personal y familiar muy grave», y que, en el fondo, está convencido de que los acusados «somos cabeza de turco para tapar algo».

Una versión contradictoria fue la que ofreció Miguel Ángel Abejón, que aseguró que cuando se le entregó la tarjeta se le dijo que era para sus «gastos de libre disposición, para compensar la dedicación» a la entidad, y que en ningún caso le pidieron que devolviese alguna cantidad ni dudó de la legalidad del sistema.

Novedad fue también que uno de los acusados diese validez a los gastos que aparecen reflejados en la hoja Excel de Bankia en lo que a él le afecta. Fue el ex directivo de Caja Madrid Mariano Pérez Claver, quien dio por buenos los gastos, asegurando que no ha puesto ninguna objeción al respecto porque quiere «que se demuestre en este juicio» que su actuación profesional «fue correcta», aunque dichos datos «no dejan de ser el tratamiento de unos ficheros». Eso sí, insistió en que «era legítimo gastar lo que quisiera, puesto que era mi dinero».

Por otro lado, varios de los ex consejeros de Caja Madrid a propuesta de la Comunidad de Madrid aseguraron que conocieron la existencia de las mismas en la propia Comunidad, antes de incorporarse a la entidad financiera. Así, por ejemplo, el ex jefe de gabinete del consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, José María Buenaventura, declaró que el entonces viceconsejero de Hacienda y ahora portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Enrique Ossorio, le habló de la existencia de una tarjeta «black» antes de entrar en la caja. Desde la Comunidad de Madrid se negó con rotundidad lo manifestado por Buenaventura.