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Grecia

Tsipras se atasca con las reformas

El primer ministro griego y líder de Syriza Alexis Tsipras
El primer ministro griego y líder de Syriza Alexis Tsipraslarazon

La oposición de algunos ministros obliga al Gobierno griego a retrasar a hoy la remisión del plan al Eurogrupo.

Grecia ha retrasado la presentación del plan de reformas hasta hoy por la mañana debido a la fuerte resistencia de algunos miembros del Gobierno para aceptar las condiciones impuestas por el Eurogrupo. Los ministros de la zona euro discutirán la propuesta helena por teleconferencia esta misma tarde y darán su aprobación si Atenas no se salta el guión acordado el pasado viernes.

Tal y como anunció ayer el portavoz del Gobierno, Gabriel Sakellaridis, el grueso de las medidas se centra en la lucha contra la evasión fiscal, que podría reportar 7.300 millones de euros a las arcas públicas, según fuentes oficiales citadas por el diario alemán «Bild». El Ejecutivo heleno espera recaudar 2.500 millones de las grandes fortunas, 2.500 millones de impagos de particulares y empresas, y 2.300 millones del contrabando de tabaco y gasolina.

Sin embargo, la cadena privada MegaTV publicó ayer un borrador de seis páginas con la lista de reformas que incluye puntos para aliviar la crisis humanitaria que podrían chocar con el acuerdo alcanzado con los socios europeos: «medidas para los pobres de acuerdo con el programa de Salónica [hoja de ruta de Syriza que generó enormes reticencias por parte de los acreedores]», «medidas para la viabilidad de los fondos de pensiones sin plazos estrictos» y «protección del desahucio de las primeras residencias».

Entre las concesiones destacan la «reforma del mercado laboral acorde con las directrices comunitarias», lo que podría restringir la recontratación de funcionarios, y el «respeto por las privatizaciones realizadas», un punto al que se suma la «protección de los intereses estratégicos del país».

El enemigo, en casa

El documento, que estaba aún por perfilar ayer por la noche en sus detalles, emplea un lenguaje todavía ambiguo, algo criticado por el Eurogrupo en las anteriores propuestas del Gobierno griego.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, se ha visto obligado a ceder también en casa ante el aluvión de críticas que recibió por parte de los sectores más radicales de Syriza. El último golpe de un miembro del partido llegó por parte del diputado Costas Lapavitsas, quien consideró que la extensión del rescate acepta el memorándum y que el Gobierno se ha desviado del programa de Salónica, hoja de ruta de los izquierdistas. «Aquellos que hemos sido elegidos sobre la base de los compromisos electorales de Syriza estamos muy preocupados», escribió Lapavitsas en su blog personal.

El ministro de Reforma Administrativa, Yorgos Katrougalos, avisó que si se violan las líneas rojas, «lo dejo», mientras que otro parlamentario de Syriza, Alexis Mitropoulos, aseguró que «el acuerdo no puede ser aplicado literalmente». Uno de los sectores más extremos de la formación izquierdista, Tendencia Comunista, llegó a exigir la dimisión de Tsipras en un comunicado.

Sin embargo, el cisma más preocupante en el seno del Gobierno lo han protagonizado durante todo el mes el ministro el ministro griego de Reconstrucción Productiva, Panayotis Lafazanis, y el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis. Como representante del ala radical de Syriza, Lafazanis ha expresado su rechazo ideológico a las privatizaciones, contrario a las declaraciones de Varufakis en la línea de continuar con esos procesos de venta, una de las concesiones para contentar a los acreedores.

Problemas históricos

La Prensa griega percibe la presentación del plan de reformas como una oportunidad de Tsipras para recuperar la confianza de los socios europeos, después de las bizarras tácticas negociadoras de Varufakis. Los medios exhortan al primer ministro a abandonar su lado «más nervioso» para culminar una lista de profundas medidas en la administración y poner fin a los lastres del país: evasión fiscal, corrupción, clientelismo y privilegios, algo que los anteriores gobiernos obviaron.